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lunes, 31 de julio de 2017

TREN HACIA EL CIELO INFERNAL

Mi madre siempre dice que le busco los tres pies al gato, y la verdad es que no puedo quitarle razón. Algunas veces, esto crea conflictos, pero me gusta conservar esta "cualidad" de mí a temperatura ambiente, pues sin ella creo que sería incapaz de escribir, ni tan siquiera de mantenerme en pie en este universo. Sí, yo soy de esas personas que cree que siempre hay algo más de lo que ve o lo que escucha, soy de las que moviliza el mundo si tiene un presentimiento y de las que expone párrafos intentando descifrar las incógnitas que acarrea su vida, de la mejor forma que sabe, desde noticias, hasta acontecimientos personales; es mi forma de comunicarme con el resto. Y hoy voy a hablar sobre lo que más me ha afectado estos últimos días fuera de mi micromundo pero dentro del mundo que comparto con el resto: la muerte de Lucía Vivar.

El jueves pasado, me despertaba con una noticia tremenda: una nena de tres años había sido encontrada muerta al lado de las vías del tren, tras una desesperante noche de búsqueda. 
El estómago se me revolvió para las 23 horas restantes, y no me podía quitar de la cabeza ese titular. Conforme fue avanzando el día, y aunque absorta en mis cosas, no dejé de intentar mantenerme enterada sobre la última hora de este caso y poder esclarecer qué le había ocurrido a la pequeña Lucía. Lo cierto es que al principio una piensa que le habrá ocurrido lo común, lo que estamos acostumbrados a que nos cuenten, es decir, que un trastornado ha cogido a la niña y ha hecho de ella lo que ha querido. Pero es que amigos, para mi sorpresa -y la de mucha gente-, esa misma tarde y sin realizarle aún la autopsia, ya se hablaba de muerte accidental, ¿me explicas? O sea, encuentras a una niña a siete kilómetros de donde estaba jugando (luego resultaron ser tres), en la oscuridad nocturna (un bebé perdido, huyendo de la luz, ¿me explicas?), sin encontrar rastro de ella en toda una noche de búsqueda, con su chupete detrás de un banco y que decide dormir encima de las cómodas y confortables piedras de las vías del tren, en lugar de apoyarse un árbol, por ejemplo, que por lo que he visto en varias fotos, habían muchos alrededor, y sin ton ni son, nos cuentan que ha sido un accidente. Uy, uy, uy, aquí ya empecé yo viendo algo raro, llamadme conspiranoica, pero es que me he comido con patatas muchos documentales y blogs de Alcàsser -entre otros- y desde luego que los casos que no se quiere resolver, la prensa se encarga muy bien de que así sea.
Aun así di un voto de confianza hasta esperar que el periodismo español informara a sus serviciales ciudadanos sobre el resultado de la autopsia. Y efectivamente, qué podíamos esperar, ya para la mañana del viernes toooodos los titulares, repito, tooooodos los titulares, rezaban un: MUERTE ACCIDENTAL DE LUCÍA VIVAR. Confirmando así que ella sola recorrió los siete -luego tres- kilómetros oscuros y que al quedarse dormida en las cómodas y confortables piedras de la vía férrea, el primer tren de la mañana pasó por su lado y le golpeó la cabeza (WTF????), y a ello se debe el golpe que presuntamente (presuntamente para mí, para la prensa no), la mató. 
O sea, me explicas cómo un tren que va en paralelo al cuerpo de la niña, le da en la cabeza, y en caso de no estar en paralelo, ¿cómo no la decapita?. ¿Me explicas, por favor? Y además no lleva más hematomas por el cuerpo. Qué golpe tan fuerte y seco. Ahora cada vez que un tren pase a mi vera, me cubriré la cabeza, no vaya a ser que se estampe encima de mí y me mate. 
Ah, y otra cosa, ¿por qué si durante toda la noche la Guardia Civil, estuvo buscando a la criatura, sabiendo que estaba en las inmediaciones de las vías -se perdió en una estación-, no se paralizaron los primeros trenes de la mañana? ¿Me explicas? 

Ahí dejo las incógnitas que a mí me vienen a la cabeza, una vez más queriendo cerrar rápido un caso, sin culpables, un accidente, como cualquier otra cosa en la vida, ¿no? Total, Lucía ya no nos lo podrá contar. Lo que yo quisiera saber es qué se intenta tapar, qué hay detrás de todos estos casos en los que cuando no es un infortunio es un cabeza de turco, pero realmente nunca se vuelve a saber nada de los casos de todos esos niños y adolescentes que o bien se les entierra para toda una eternidad o bien se les traga la tierra, literalmente, porque de muchos no se vuelve a saber nada. No hay cuerpo, no hay delito. Cada año, alguien diferente. ¿Con qué finalidad? No lo sé, aunque tengo mi propia versión, soy "conspiranoica" -o realista, quién sabe-, pero no quiero hacer de mi blog eso. Para leer e informarse sobre los niños y niñas de este país que son víctimas como Lucía, hay páginas y blogs exclusivos para ello. Yo sólo veo, escucho y plasmo, y sobre todo pienso, pienso en esas mentiras que nunca me voy a creer. 

DEP, LUCÍA.





Hoy dejo una de mis canciones favoritas, endulzando esta amarga entrada, aunque con un toque de nostalgia. La canción en realidad es de New Order y me encanta, pero esta versión de Frente, además de preciosa, creo que combina mejor con el post.

Bizarre Love Triangle - Frente

https://www.youtube.com/watch?v=IJ1c9ErCn7w

"It's no problem of mine but it's a problem I find"