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jueves, 29 de octubre de 2015

EL GRAN AMOR DE MI VIDA.

Sí, a día de hoy y seguro que hasta que me muera, ni hombres, ni amigos, ni familia, ni tan siquiera mis mascotas lo han sido, ellos sí.
Estaba oyendo yo la radio y ha sonado And I Love Her y he recordado con total nitidez la primera vez que la escuché. Era finales de 2012, una fría noche en una época de mi vida bien distinta a la de hoy. Ni mejor, ni peor, distinta. Y conectamos, de tal forma que parecía que la canción me entendía y yo conseguía leerla entre líneas. Para entonces yo ya estaba perdidamente enamorada de una música que puedo decir, siempre me ha hecho feliz, pero con And I Love Her terminé de rematar aquel amor. Viendo "A Hard Day's Night", un impresionante y elegantísimo Paul McCartney, me extremecía el alma con esta balada. Fue flechazo, verdadero flechazo. Como esas veces que sabes que algo es tan tuyo que te van a identificar con ello para siempre. 
Sin embargo antes de esta, ya habían sido muchas las notas musicales de los "escarabajos" que habían digerido mis oídos con un nudo en la garganta, sonrisa de oreja a oreja y lágrimas en los ojos. Nada tan bello y especial ha pasado por mi conducto auditivo nunca. Ni el susurro más poderoso en mi ser. Nada. Y todo, como escribí en mi primera entrada, gracias a Strawberry Fields Forever, mi canción favorita, y la que me introdujo en un mundo del que jamás saldré.
Si me dijesen cuáles son las grandes pasiones de mi vida, no tendría ninguna duda en afirmar que son Las Fallas y Los Beatles. Dos mundos distintos, pero ambos muy dentro de mí. De hecho el que entre en mi habitación podrá comprobar inmediatamente que esto es cierto, pues mis estanterías son todo libros falleros, muñecas vestidas de fallera (de papel, de fieltro, fofuchas..) y merchandising beatle (tazas, vinilos, la batería en miniatura de Ringo Starr, un cipo...)

Muchas han sido las preguntas que siempre me han hecho, acerca de cómo mis dos grupos favoritos (Estopa y Los Beatles) pueden ser tan diferentes. Yo pienso que la música es tan diversa como el círculo cromático y que dentro de ella pueden hacerse mezclas que resultan verdaderas maravillas. Cerrarse en banda ante la música, es cerrarle barreras a la vida y eso no puede permitirse de ninguna de las maneras. 
Para mí, escucharles, es una forma de vida, algo de lo que ya no puedo prescindir, un verdadero sentimiento hondo, ya lo he dicho: amor. 
Se me agotan las palabras, aunque parezca mentira, cuando intento describir qué pasa por mi cabeza al oír una canción de Los Beatles, cualquiera que sea. Siempre he pensado, a pesar de encantarme escribir, que aquello que te eriza la piel y tienes que pensar dos veces cómo explicarlo, es mejor que no lo hagas. El silencio en muchos casos, es la mejor definición de las cosas. 

Y bueno, quizás lo que más me ha costado para este post, es tener que elegir entre tantas canciones, mi favoritas. Me encantaría que quien me lea hoy, las oiga, sólo por curiosidad, por si nunca lo ha hecho o no les ha prestado atención. Preferiría que las escuchaseis antes incluso que leer la entrada, pues me ha costado más seleccionarlas que escribir esto. 

Así que todas vuestras, del gran amor de mi vida:



AND I LOVE HER


Es muy obvio que la canción que ha inspirado mi post de hoy deba estar en mi top 5. 
Frase a destacar:  "A love like ours could never die."




HERE COMES THE SUN


La canción que todas las santas primaveras me pongo a todo volumen para sentir que me desprendo del invierno, con vistas al verano. 
Frase a destacar: "Little darling, the smiles returning to the faces."




ALL YOU NEED IS LOVE


Es mi himno, con eso lo defino todo, creo que no hay día en que no la cante, sobre todo porque nada más entrar ya tengo en mi habitación un cuadro de luces que me grita: LOVE IS ALL YOU NEED.
Frase a destacar: "Nothing you can make that can't be made."




ALL MY LOVING


Sí, la archiconocida y versionada (en España más conocida por los Manolos, lamentablemente), All my loving. Fue la primerísima canción que oí de ellos en primaria, nos la puso el profesos de música y aún lo recuerdo con nostalgia. Quién me iba a decir entonces que acabaría casada con su música. No podía faltar esta. 
Frase a destacar: " And then while I'm away, I'll write home every day and I'll send all my loving to you."


Y la quinta de mi top five sería Strawberry Fields Forever, que ya la puse en mi primer post con su respectiva frase. 
Tampoco he puesto Don't Let Me Down, porque tenía que elegir cinco, pero esa sería mi sexta, la canción más sensual del mundo. 
Me ha costado muchísimo, pues Eleanor Rigby, Free As A Bird, Hey Jude, Let It Be, Helter Skelter, I Want To Hold Your Hand, Across The Universe, I need You y ese largo etcétera, son melodías que me conmueven en todos los aspectos y no habría blog suficiente para poner todas las canciones que me vuelven completamente loca de ellos y que han formado parte de todos y cada uno de mis estados de ánimo. 

Espero disfrutéis. 
Los problemas con ellos, son menos problemas. 


LOVE, LOVE, LOVE.


lunes, 26 de octubre de 2015

TELEBASURA

Todos los días, absolutamente todos los días tenemos a alguien a nuestro alrededor que repite la misma frase: "Hoy en día la tele es basura." 
Y tú te quedas pensando: "Ajá, cuéntame más."
Es repetitivo y acaba cansando cómo jugamos al mismo juego todos y caemos en la misma trampa, al pensar que repetir muchas veces lo poco que te gusta la telemierda te va a hacer como por arte de magia, más erudito, más inteligente, más astuto o qué sé yo. 
Yo veo Gran Hermano, lo reconozco y no me escondo. Lo veo desde la primera edición cuando apenas era una niña allá por el año 2000 y lo sigo viendo en el 2015, a riesgo de ser menos erudita, menos inteligente, menos astuta e incluso con el temor a que en cualquier momento mi mente pueda nublarse de tal forma que comience a escrivir asín. 
Lo admito, yo tampoco soy dada a los programas que no aportan nada a la vida, no puedo ver más de cinco segundos seguidos la cara de "diabética" de Belén Esteban, ni escuchar la voz de fantasma de barrio de esa tal Ylenia, pero no puedo criticar a quien sí es dado a esas cosas, pues yo veo Gran Hermano, un programa de entretenimiento para dejar de vez en cuando de pensar y convertir tu cerebro en aneuronal. Pero os aseguro que de tanto en tanto, no se está nada mal en ese submundo, siempre y cuando sea gente que no es conocida por drogarse o acostarse con famosos. Quizás en eso diferencio Gran Hermano de cualquier otro formato televisivo, pero eso ya es cuestión de gustos. No quiero justificarme, soy una pecadora y como tal, lo asumo.

Cuando alguien pone Telecinco (dejemos ya el chiste de Telecirco) a la hora que sea, sabe lo que va a encontrarse, sabe a lo que debe enfrentarse y sabe si va a disfrutar o a sufrir su programación. Entonces no tiene ningún sentido estar toda una vida quejándose de esta cadena televisiva; a mí no me gustan los toros y por ello no pongo Tendido Cero en mi televisión. Es así de simple. 
El ver Telecinco y saberse mejor los nombres de los concursantes de Mujeres Hombres y Viceversa que las comunidades autónomas del país, es un problema mucho más profundo que la existencia de este tipo de programación. Estos formatos venden, y se venden mucho mejor que cualquier libro, porque estamos en España y a nuestros gobiernos les gusta tener gente conectada día y noche a la porquería de la caja tonta, les encanta, pero es que a los ciudadanos también. La verdad es que no estaba muy desencaminada Fahrenheit 451 en aquellos años 50 cuando salió la novela y los 60, con ese gran peliculón que no difiere en absoluto de nuestra época actual.

¿Es posible que un futuro médico o arquitecto no lea más allá de los temarios de sus exámenes? ¿Es posible que un futuro ingeniero admire a Belén Esteban? ¿Es posible que hoy en día estudiar no sea sinónimo de cultura? Claro que es posible, pero es posible porque va en la naturaleza de nosotros, en nuestra sangre hispana, para luego poder quejarnos con cinismo y mentira y decir: "Qué asco da la tele hoy en día."

Pues sí chico, mucho asco, pero seguro que pasas de largo el número 2 de tu mando, porque para poder decir que no ves la tele, tienes que admitir que no ves Telecinco, porque si no dices eso, tu inteligencia disminuye por segundos, las almóndigas te se queman, las cocretas se hacen rancias y no podremos hablar de lo bien que lo pasemos en aquel viaje. 
No veas Telecinco por favor, ponte los auriculares y escucha Melendi, así al menos no hablas, nos harás un favor a todos. 






La canción que he elegido para este post es "Under Pressure" de Queen y David Bowie. Creo que sobran las palabras. 

https://www.youtube.com/watch?v=YoDh_gHDvkk


"Insanity laughs under pressure. We're cracking. "

miércoles, 21 de octubre de 2015

A LOS QUE SIEMPRE HAN ESTADO.

Bendición es la palabra para describir a los que nunca se fueron, a los que siempre estuvieron, a los que jamás fallaron, a lo que ni por asomo cambiaron, a lo que siempre caminaron con eterna lealtad.
Personas que en silencio componen y recomponen a quienes quieren, sin condiciones ni peros, sin prioridades ni comas que pausen para sonar mejor. Sin barreras. Bendición es la palabra ante una humanidad interestelarmente hipócrita. Una humanidad que suele echar la culpa a la sociedad de todos sus problemas, cuando la estupidez llega tan lejos, que no es capaz de alcanzar a ver que la sociedad es simplemente la humanidad, ella la compone y la descompone. 

La hipocresía debería ser un pecado capital. Todos sabemos cuáles son los pecados capitales: soberbia, avaricia, envidia, lujuria, pereza, ira y gula. Unos son vicios concupiscibles (que deseamos poseer) y otros, vicios irascibles (consecuencia de algo). Bien, es evidente que la hipocresía no tiene cabida en esta lista, pues en apariencia no es un vicio y por ello no se la puede considerar un pecado, pero yo discrepo.
En mi opinión el mayor pecado que puede cometer un ser humano es ser hipócrita. Porque ello abarca mentira, traición, dolor, frustración, desengaño y una larga lista de sentimientos que desploman corazones, que destrozan vidas, que arañan las entrañas, que vacían lagrimales y llenan océanos. La hipocresía, tan silenciosa, tan discreta y tan presente. 
Pero por diez personas hipócritas hay otras diez bendiciones, que operan, que curan, que sanan, que rehabilitan la confianza, con lo que la hipocresía arrasa. Esos que incondicionalmente agarran tu mano, que nunca la sueltan, que aguantan y aguantan cualquier vendaval. Que no duele tanto la vida si sabes cerrar cicatrices con los humanos adecuados. Y esos son los únicos a los que debemos serles fiel, en la salud y en la enfermedad, más allá de la muerte, que los cuchillos por la espalda solo los poseen los buenos pecadores, los pregoneros de alma pobre. 
Lo verdadero son ellos, los que siempre han estado. 




La canción de hoy es Take Me On, pero la versión de Anni B Sweet. Es un tema precioso, con una voz muy dulce.




"That's me stumbling away."

martes, 20 de octubre de 2015

TIC TAC, TI TAC..

A veces la vida se nos queda grande y las paredes de nuestra estancia se nos vienen encima. Echamos de menos olores, sabores, sonrisas, días pasados, personas, lugares, palabras... 
Si hay algo en este mundo que me duele sobre todas las cosas, es ver quebrarse eso que no se ha llegado a romper del todo, pero sabes perfectamente que no tiene arreglo y que ya no volverá a ser como era. Esa es una de las cosas que me ha causado en esta vida más ansiedad, más estrés, más lágrimas y más noches de insomnio que cualquier otra. El buscarle insaciablemente a lo que no tiene, una explicación lógica, un "por qué" o ese segundo en que todo se fracturó. Y eso es lo que nos vuelve tremendamente locos y vulnerables, eso es lo que corta nuestras alas para avanzar y para ver que por una cosa que se parte, hay veinte inquebrantables o intactas, pero claro, ve y dile a tu cabeza y a tu corazón en ese momento que no sangren, si sangrar de dolor es lo más humano del mundo.




Cuando algo se nos escapa, las noches son más largas y los sueños, mucho más incontrolables. Pesadillas que mantienen tu corazón en un puño, que aceleran tus sentidos y se vuelven en tu contra, esas horas que tendrían que ser de descanso. 
Luego llega la mañana, y detrás de ti, como un eco lejano, continúa la sensación de escapársete algo, que en ese momento parece la vida, pero sólo es una parte de ella. Una parte en la que fuiste feliz, como ese perro que recibe a su amo agitando su rabo o como ese niño en una noche de Reyes. Feliz. Y poco a poco ves como ese "feliz" ya no tiene tantos matices, y pierde color, porque por si no lo sabéis, el tiempo es el peor enemigo de los colores y los matices. 
Las tardes, no son mucho mejores, porque cuando a algo no se le pone punto y final definitivo, por dentro habla eso que llamamos aceptación, pero no queremos escucharla.
Porque siempre nos aferramos a lo que no somos capaces de enfrentarnos.
Y vagan nuestros miedos y campa la locura a sus anchas en nuestro cuerpo, porque damos cancha. 
Pero la realidad es que cuando algo se nos está yendo y lo sentimos y lo vivimos y lo soñamos y lo lloramos, es porque no depende de nosotros atrapar lo que ya se fue hace tiempo. Cuando algo se nos escapa de las manos y no podemos evitarlo, es porque ya lo evitamos muchas veces y siempre hay alguna en la que fallamos. Y no podemos llamarle errar a lo que en realidad no es un error, pues cuando algo se va marchando de puntillas, deberíamos ser capaces de abrirle la puerta, pero nuestro tembloroso pulso nos impide hacer, lo que en ese momento parece, una verdadera locura. Al fin y al cabo es lo que siempre acabamos haciendo, pero es una de las decisiones más difíciles de la vida, por lo que suele ser nuestra última opción. Antes, nos quedan por delante muchos desvelos y muchas dudas que sólo el "tic tac" de un reloj nos acaba resolviendo.
Es tremendamente doloroso observar en ojos propios cómo se marcha la esencia de eso que un día nos hizo feliz y más doloroso es jugar todas las cartas y que ya no quede ni un as en la manga para darle la vuelta al tiempo. Es de esas cosas que no se borran jamás de la cabeza y que te ayudan a crecer, porque sufrir de vez en cuando, es la única manera de ensanchar un alma. 


Hay una canción que a mí me gusta mucho, de la grandísima Rocío Jurado, espero la disfrutéis.


https://www.youtube.com/watch?v=rQkZEdj7PP4

"Como el día de la noche, siempre cerca y no se miran, nunca se miran."

lunes, 19 de octubre de 2015

UNA ROSA ES UNA ROSA.

Nunca he sido partidaria de "El Día Mundial De...", es decir, esas fechas especiales en las cuales una vez al año conmemoramos, recordamos y lamentamos enfermedades de todo tipo.
Hoy es El Día Mundial Del Cáncer De Mama y aunque como he dicho, no soy dada a "celebrar" estas cosas, he decidido hacer mi segunda entrada del blog relacionada con esta enfermedad.

Todos los días tengo un pequeño recoveco en mi recuerdo para este monstruo, por todo lo que me ha quitado y me ha dado en la vida.
Cuando tenía 18 años recién cumplidos, es decir hace 6 años y la mente aún blandita, una noticia me hizo aterrizar rápidamente en la Tierra y mirar alrededor. Era diciembre de 2009 y mi existencia transcurría bastante tranquila, sin sobresaltos que perturbaran mis días y una comodidad de esas que cualquier postadolescente debería tener derecho a vivir. Estaba en lo que se dice "mi zona de confort" y por mis neuronas no corría ni por asomo la idea de que las circustancias se torcieran. Pero se torcieron y de repente te ves a ti misma escuchando la palabra cáncer más veces de las que te gustaría y a la persona que crees que siempre va a existir por el mero hecho de haberte dado la vida, de pruebas, de médicos, de operaciones y de esas cositas que no crean nada bueno en el interior de uno.
Pasé miedo, no más del que pudo pasar cualquier miembro de mi familia, incluida la protagonista de esta situación, mi madre, pero sí pasé mucho miedo. Los recuerdo como unos meses llenos de incógnitas, de "por qués", de rabia y de lágrimas. Pero algo en mi interior me empujaba con optimismo a pensar que todo iba a salir bien (y además así fue). 
No es fácil encajar una noticia como esta, pero sí es fácil encajar lo efímera que puede ser, ya no la vida, sino la felicidad. Pues esta última no es estática, como nos hacen pensar, es dinámica, la felicidad sube y baja, tienes picos en tu vida de felicidad muy alta, pero en realidad cuando estás bien, simplemente bien, sin acontecimientos especiales que te hagan estar mejor, sólo bien, eso sí es felicidad. Pero no lo sabes hasta que todo deja de estar bien en tu entorno, entonces es cuando compruebas esto y eso es lo que a mí me pasó. Yo me quejaba de cosas sin importancia alguna, quizás pasaba con mi madre, con mi familia en general, menos tiempo del que debería y cuando esto pisó con fuerza mis días, mis prioridades cambiaron de hábitos. Todo dio un giro de 180º y puedo asegurar, ahora que ha pasado un tiempo, que para bien. Tuvimos suerte de ganar la batalla, de encontrar a tiempo lo que aún era un embrión de lo que podría haber sido un gran bebé cáncer, fuimos un equipo y todos tiramos hacia adelante juntos, algo primordial.
Hoy miro hacia atrás y estoy orgullosa, muy orgullosa de mi madre, pero también orgullosa de que aquello nos sirviera a todos (incluida a ella) como una lección de moral. Una bofetada en la cara para espabilar, pues la vida te avisa y te da caminos a elegir y tú eres el único que puede decidir. Antes creía en el destino, ahora me han pasado suficientes cosas para saber que todo nos ocurre por propia elección. 
La muerte de vez en cuando, le susurra a la vida al oído que a las personas nos tiene que hacer entender que está más presente de lo que creemos. Y la vida se encarga de ello y a partir de ahí ya juegas tú tu propio juego y tú debes sentir si quieres cambiar o quedarte como estabas. 

Como he dicho y reitero, pasas miedo, miedo es la palabra ante esta enfermedad, no nos vamos a engañar. Pero la fortaleza mental está muy por encima de nuestra imaginación y pesadillas y eso sólo se comprueba enfrentándose a esos fantasmas que todos llevamos dentro. 
Tras este escalón, han venido muchos más y puedo decir que peores y gracias a esta patada que la vida me dio con la mayoría de edad recién estrenada, he podido superarlos todos, con mayor o menor facilidad, pero los he llevado hacia adelante, sabiendo ya que una puede moverse como una veterana, tanto en lo bueno como en lo malo, si decides aprender de ambos.

Así que hoy y todos los días, mucho ánimo a todas aquellas mujeres que salieron adelante, a aquellas que lucharon, pero se marcharon (eso sí, sin perder la partida, pues si se lucha, nunca se pierde), a aquellas que están usando su energía para vencerlo o a aquellas que en este momento están recibiendo la noticia que nadie quiere oír. A todas, a las pasadas y a las futuras (por desgracia ninguna estamos exentas de ello), ÁNIMO.
Y también, por supuesto y por la parte que me toca, a todas las hijas, a todos los hijos, a todos los maridos, a todas las madres, a todos los padres, a todos los hermanos, a todas las hermanas, a todos los nietos y nietas que tienen cerca a una persona con Cáncer de Mama, FUERZA. La fuerza que hay dentro de eso que llamamos cabeza, no sabemos aún lo inmensa que puede llegar a ser.

Allá va una rosa, por todos ellos.






Y hoy mi canción es "Chick Habit" de April March. La escuché en una película que me encanta, Death Proof de Tarantino y me parece acorde a este día, pues es un film de chicas muy guerreras.
Espero que os guste. 

https://www.youtube.com/watch?v=FiMgtTqKNTc

"I'm telling you it's not a trick. Pay attention, don't be thick. Or you're liable to get licked."

domingo, 18 de octubre de 2015

Y NADA MÁS.

No sabía muy bien cuándo llegaría el momento de tener un blog propio, y en parte siempre ha sido la pereza de ponerme a investigar en este tipo de páginas, que me saturan bastante con tantos filtros, colores, etc. Pienso que para escribir no hace falta tanta arquitectura efímera, si lo que importa es el contenido, me parece una verdadera pérdida de tiempo. Deberían adecuar cada página según la personalidad del que va a administrarla, es decir, darte dos opciones: ¿Te gustan los abanicos de colores o prefieres los rojos de toda la vida? Yo elegiría los segundos, sin dudarlo y seguro que no tendría que lidiar con este tipo de cosas que me sacan de quicio. 
Veréis que tiene pocas cosas, de hecho es que no encuentro ni el botón para editar, porque me hablan en código morse, aparte que yo para estas cositas no soy muy avispada. Dadme tiempo, lo que quería encontrar ya lo tengo, que es poder postear, así que con paciencia iré añadiendo trazas mías y adecuando la página a mi personalidad, que si bien es cierto con escribir y nada más ya sería más mía que cualquier otra cosa. 
Pero sí, me gustaría el hecho de poder enlazarla con mi Twitter, mi Facebook y todo eso que hoy nos mantiene en onda (menos mal que Pimpinela se separaron cuando sólo existía la casa, el nombre y la cara, sino, la lista de cosas para olvidar se hubiese extendido en el tiempo y la canción sería infinita). 
Así que aquí mi hallo con mi página que he decidido titular "Y esto es lo que te cuento", porque si mi inspiración no me falla, espero contaros muchas cosas mientras las palabras me lo permitan, pues ellas siempre han estado a mi lado y son mi mejor arma y defensa; también mi mejor manera de entender cómo veo el mundo desde mi mundo. 
Debo hacer mención especial a mi amiga Lucía, que estuvo una tarde entera ayudándome para abrirme una página muy bonita, pero por cuestiones, esa página ha derivado a un blog que no sé aún utilizar y con cambio de nombre. Creo que ahora es más yo. Pero se lo agradezco de corazón. 
Bueno y de momento dudo que me lea alguien que no me conoce, pero por si acaso, me presentaré como Carol y poco más (soy la de la foto, foto hecha por una gran fotógrafa llamada Vicky.) 
No puedo decir de qué va a tratar mi blog porque no quiero encasillarlo, quiero hacer de él el laberinto de letras que resulta a veces en mi cabeza y hablar de TODO, y de TODO es de TODO, desde lo que se asemeje a un fragmento de libro, hasta la opinión de una noticia o mis emociones en un día feliz o triste.
Eso sí, con cada post compartiré una canción, porque la música es parte de mi alma y cuando pienso en la conexión emocional que el ser humano tiene ante ese sonido que nos causa un pozo en nuestra intimidad por donde caen en espiral nuestras emociones, a veces tan extremas, me parece digno de valorarla más de lo que lo hacemos. La música, tan personal e intransferible, tan banal para nuestros ojos, pero tan estrecha a nuestra existencia, es de esas cosas por las que preferiría antes quedarme ciega, que sorda. 
Así que como lo prometido es deuda, creo que lo mejor que puedo hacer es comenzar esta pequeña gran aventura con mi canción favorita, la que desgarra mis entrañas y la que jamás se ausentó, ni en los peores, ni en los mejores momentos. Con ella descubrí a los cuatro fabulosos de Liverpool, y fue toda una experiencia extrasensorial, más allá de los cinco sentidos, pues gracias a esta canción, devoré todas y cada una de las composiciones musicales de ellos y ya no pude separarme nunca más de su música. Así que gracias "Strawberry Fields Forever". 
Una melodía que me eleva, sin poder impedirlo la siempre tan correcta gravedad. 


"Living is easy with eyes closed, misunderstanding all you see. "