https://twitter.com/carolcarol91

domingo, 29 de noviembre de 2015

AMAR COMO AMAN LOS PERROS.

Te miro, me miras y adivinas lo que estoy pensando. Me entiendes, me comprendes, aun sin haber jamás hablado. ¿Qué importa? Nos queremos, eso viene siendo suficiente. Tu amor, mi amor y a las palabras que las arrastre la corriente. No hacen falta siempre. 

Te arrimas, me besas, tu lengua babea mi cara. Me dejo, te abrazo y el mundo deja de ser una carga. 
Te quiero y lo sabes, pero sé que tú aún más a mí. Lo siento, lo intento, pero es imposible querer así.

Me gustaría poder explicarte que los humanos guardamos rencores, que tú mi pequeña desconoces, y por eso tu querer no escondes. Eres pura de alma y limpia de corazón, las personas pecamos y siempre queremos llevar razón.

Y a pesar de todo, incondicional, te recreas en mis piernas y te duermes ajena al mal. Confiada, relajada y haciéndome tan feliz, tanto, que el día que me faltes no sé qué será de mí. 

No pido que no me dejes, porque sé que jamás lo harás, que aunque un día te alejes en mi mente vivirás. Y siempre diré orgullosa que en un mundo de traición, conocí el amor verdadero, en tus ojos, corazón.




Mención aparte, hoy hace 15 meses que murió mi iaia, y como cada 29 me gusta recordarla.


"Cuando llegue al cielo, la primera cosa que haré será buscarte."




Y la canción de hoy es una muy ochentera, de esas que tanto me gustan a mí. Para darle un toque de alegría al invierno.

Areolíneas Federales - No me beses en los labios


"Y por mí pasaba una corriente de más de 220. Has perdido facultades, mi amor. "

miércoles, 25 de noviembre de 2015

SIN NINGÚN TIPO DE DUDA

La vida de una persona es dura. Es algo que sabemos y comprendemos conforme pasan los años y nos vemos reflejados en dolores y miserias, que a veces no compensan con los momentos de sonrisas, pues si así fuera no existirían los suicidios. 
No voy a ponerme una medallita por ser mujer, mucho menos pretendo llevar la igualdad de sexos a mi territorio, pues ya no sería igualdad, pero nunca podremos situar en el mismo grado a hombres y a mujeres. Porque no somos lo mismo. Si el problema fuese ese, tendría una fácil solución, cada uno a lo suyo y lo suyo a cada uno. Pero la cosa es mucho más seria. 

Vaya, hoy me meto en mis redes sociales y leo hasta la saciedad que es el día conmemorativo de la Violencia de Género, o lo que viene siendo el día conmemorativo de las muertas, vejadas, humilladas, coaccionadas, marcadas, sometidas... Para entendernos mejor. Un precioso día a destacar. Y aquí nos encontramos, deshojando margaritas en lugar de ir directamente a la raíz, ahí, donde se esconde lo oscuro, donde la mujer nunca podrá avanzar. Pero no. Nosotras preferimos compartir fotografías de #NiUnaMenos (algo que puede llegar a confundir bastante), o una mano en nuestros perfiles que marca claramente que estás en contra de la violencia de género. Ah, perdona, ¿es que es algo que tenemos que demostrar?
Un día genial como digo, pues hoy no se permite llamarnos entre nosotras "putas" por acostarnos con quien nos salga del querido agujero que fabricó nuestra madre para, oye, sacarle partido. Y si alguien te tiene que aconsejar que sea ella que es la que se lo curró; aceptamos barco con el padre, porque sin él, tampoco existirías. No los ponemos al mismo nivel, porque como he dicho antes, hombres y mujeres no somos lo mismo. Pero en una balanza, un padre y una madre, la pueden compensar. Y tanto que sí. 
Un día genial, para no tenernos celos. Hoy todas somos una; estamos unidas, aunque el resto del año nos miremos con envidias, con rencillas, con celosía, con macabra imaginación. 
Un día genial para no odiarnos, ni llamarnos víboras. Ni criticar a nuestra vecina, a nuestra amiga o a nuestra peluquera. Joder, pobretas, son mujeres. Hoy no lo merecen.
Un día genial para no maldecir a la novia de nuestro ex, o a la ex de nuestro novio, o a la ex del ex de nuestra colega, o a la ex del ex de la ex de nuestro ex. 
Un día genial para... mmm... me estoy perdiendo ya...





Qué gran día este a celebrar. A celebrar, ¿qué? ¿Que creemos combatir un problema tan serio con fotos en Facebook? ¿Que nuestras actitudes son las que dan pie a que cada vez sean más las muertas? ¿A no ser conscientes que un machista no va a cambiar porque pongas una foto de una mano en tu puñetero perfil, como tampoco van a desaparecer las armas por la bandera de Francia? Qué hipócritamente solidarios somos, me sorprende la injusticia que cometen no dándonos ya el premio Nobel de la Paz. No será que no nos lo curramos. 





Pero mañana será otro día y mañana volverá a escupirnos la machitele otra noticia de asesinato, y volverá a recordarnos lo mucho que hay que tener en cuenta el 016, y volveremos a decir la suerte que tenemos de no haber conocido jamás un hombre que nos ponga la mano encima, como si hacerlo fuese lo normal. Y volveremos a ser todas unas putas, unas odiosas, unas frescas, unas "abrefácil". Porque nosotras lo permitimos, porque nosotras lo exigimos, porque nosotras buscamos que suceda, porque esos comentarios los oigo en boca de mujeres. Porque nos quedan muchos chips por cambiar para que la situación cambie. Porque no son las fotos lo que hará que deje de suceder. El machismo no se cura con lágrimas, no se cura con muertes, no se cura con manifestaciones, no se cura con fotografías, no se cura con lamentos, no se cura con vulnerabilidad, no se cura con miedo y no se cura con una entrada de blog. El machismo se cura dejándolo de fomentar las mujeres. Esa es la única vía factible que veo. Y no se trata de odiar a los hombres, no se trata de aplastarlos, de apartarlos de tal forma que los buenos se sientan malos, de promover una sociedad con más odio del que ya acoge. Se trata de valorarnos, para que nos puedan valorar. Suena utópico, incluso puede que alguien entienda con esta entrada que somos las mujeres las culpables de los asesinatos. No. Un asesino es un asesino y no tiene justificación. Pero cuando encima se es un asesino machista y las mujeres somos unas machistas, creo que parte de culpa sí tenemos. Pues en cierto modo, divulgamos lo que en apariencia, un día como hoy, damos a entender que deseamos erradicar. Y lo cierto, en mi humilde opinión, es que simplemente radica en nuestras mentes el poder hacer una igualdad de convivencia con nuestras diferencias de sexos. Luchemos con nuestra mente y nuestro lenguaje para terminar con eso que nos mata y que si no lo ven nuestros ojos, nuestros hijos sí lo vean.
Es nuestra obligación como mujer, sin ningún tipo de duda. 




La canción de hoy es "Enamorado de la moda juvenil", todo un himno de Radio Futura. Y la pongo porque sí, porque me encanta, porque me apetece y porque qué más da qué seamos hombres o mujeres. La vida es corta, aprovéchala y haz lo que te de la gana. 


"Sí, yo caí, enamorado de la moda juvenil, de los chicos, de las chicas, de los maniquís.
¡ENAMORADO DE TI!"






sábado, 21 de noviembre de 2015

SINSENTIDO

Caminamos sobre el suelo que pisamos con miedo. Tenemos miedo a sufrir o a morir o a las dos cosas, cuando realmente ambas son completamente inevitables, como inevitable es ver el recorrido pasar dejando trenes en estaciones que desaparecen con cada paso.
Todo dura lo que dura el cuerpo y  no creo que después haya mucho más que no sea como dormir sin despertar de madrugada aferrado a las pesadillas que consigo llevan nuestros temores más profundos. 



Hay que saltar. Saltar es una buena forma de que al suelo caigan todas esas cosas que nos impiden saber que sólo el momento que impregnado en este segundo en nuestra piel está, es el verdadero, el único y el creíble. ¿Qué importa lo que se deja atrás, acaso va a salvarte ahora de alguna quema? Y lo que viene, ¿alguien ofrece garantías de que vaya a ocurrir? Siempre comedidos, no vaya ser nos arruinemos el alma. ¿Para qué quieres ahorrar en tus entrañas? No te hace más rico. ¿Alguna vez has pensado cuántas cosas te han quedado por hacer o decir si mañana te mueres? Cosas banales, cotidianas, no hablo de tu sueño por viajar por todo el mundo, sino cosas mucho más sencillas, como descuidar a quien quieres y no hacer nada por salvarlo.
Viajamos en el tiempo cada vez que despertamos, un tiempo que se construye cada mañana y no se para aunque duermas; y este trayecto lo pasamos llenos de ansiedades, con uñas mordidas, pulmones asfaltados y piernas que no paran cuando deberían reposar sobra una silla. Así nos limitamos a pasar, cuando somos un universo lleno de sentimientos, somos bombas de relojería que no dejamos estallar; somos aire, como dice esa famosa canción de Mecano. Somos energía, bendita energía. Pero fallamos, creyendo que fallar es otra cosa, cuando lo único creíble es que no llegamos a sentirnos todo lo poderosos que somos, pues nuestros escudos nos protegen de otros escudos, cuando en realidad es fácil distinguir, pero complicamos la senda con piedras que ni tan siquiera son comparables a los pedruscos que esa misma senda te pone sin poder decidir, y sin embargo los pequeños sedimentos que nosotros fabricamos, nos hacen más incapaces que cualquier otra roca. 



Observo el mundo y lo veo así. Yo he sido así, soy así a veces. Pero lucho con todas mis fuerzas por evitar desperdiciar lo más valiosos que tengo y por eso salto. Salto todo lo alto que puedo, no para hacerme daño en la caída, sino para que caigan esas piedras que yo misma me he puesto alguna vez, limitándome horizontes mucho más cercanos de lo que algún día pude pensar que estaban. 
Se llama seguridad, y la tenemos todos dentro. Sólo hay que apartar trastos del corazón, porque cuando apartas los trastos compruebas que tienes un hueco muy grande para llenarlo de todo lo que tú quieres. Y no importan los demás. No olvides qué es lo más valioso que tienes, así que no vayas a por ello porque ya lo tienes. Sólo cuídalo.



La canción de hoy es la que me ha inspirado. La escucho desde hace ya unos cuantos años y me encanta. La recomiendo. Además le da título a mi post de hoy. ¡FELIZ SÁBADO!

Bebe - Sinsentido


"¡Ay cuerpo! Cuerpecito mío, qué caña te he metío en estos años."





martes, 17 de noviembre de 2015

DE TÚ A TÚ

Se aferraba fuertemente a aquello que llamaban vida por el mero hecho de existir, aunque siempre supo que para ella eso no era suficiente. Siempre necesitó más de lo que obtuvo de las personas y las circunstancias que la habían acompañado durante su trayecto por la senda que a todos conduce al mismo lugar.
Solía quedarse mirando un punto fijo en el espacio vital que la rodeaba, ese que a veces se quedaba pequeño cuando alguien lo invadía sin preguntar. No era necesario decir que se marchara, un sólo gesto era suficiente. Necesitaba estar sola, porque "todo el mundo necesita un tiempo solo", como dice esa bonita canción de los Guns N' Roses que escuchaba más a menudo de lo que le gustaría, aun cuando ni tan siquiera noviembre parecía aproximarse.
Definitivamente le gustaba la soledad; le gustaba conversar, jugar y convivir con esa soledad que formaba parte de cada arteria, pestañeo o célula, nacido o propulsado, en su cuerpo o por su cuerpo. 

Se repetía a menudo que este mundo no era justo para nadie, pero ella consideraba que se ajustaba a él, aunque más de una vez la luna la sorprendía intentando fabricar un nuevo mar en sus ojos. No, definitivamente no era nada justo, ya no universalmente, sino en ese "tú a tú" que tanto le gustaba, en esas relaciones entre personas que deberían darse y verse como algo normal, pero algo se rompía en su alma con cada mentira, con cada traición o con cada perro que seguro en noches de frío y lluvia vagaba sin rumbo buscando una mano amiga que nunca llega. 
Y puede que así fuese como ella se sentía en la Tierra; buscando perdida manos amigas que jamás llegaron, que se fueron o que simplemente no existieron. Y esta última teoría la aterraba, pero era la posibilidad más cercana a cómo de solos estamos con los pies llenos de gravedad.
A cuan egoístas nos han enseñado a ser. A ese medidor roto de mala educación. 

Tontos aquellos que se crean acompañados. 
Nadie está acompañado.
Nadie morirá con nadie.
Y nadie por nadie.

El ego jamás fue vencido por la bondad. No existe la justicia, ni dentro, ni fuera de ninguna ley que diga lo contrario. 
Tampoco es ciega.

Y ella lo sabía, lo veía y lo peor de todo, lo intuía.  






Hoy tenía ganas de escribir, así sin más, sin noticias o males por medio. Me ha inspirado la siguiente canción, de un "artista" que en su día desde luego lo fue y a mí hay canciones que me encantan, pero hoy en día creo que lamentablemente y como muchos otros, ha caído vendido y rendido en las garras de la industria musical de mierda. Con todos mis respetos. 
Aquí viene el "Lo ves" de Alejandro Sanz. 

https://www.youtube.com/watch?v=jKn3f7czia0

"Por ser la vida como es."



domingo, 15 de noviembre de 2015

PAGANDO Y CALLANDO

"Sólo le pido en esta noche a Dios que cierre siempre la muralla al miedo, la violencia y el rencor, que gane el beso su batalla."
Cualquier tiempo pasado fue peor.


Cuando un 11 de septiembre de 2001, dos aviones se estrellaron en los impresionantes rascacielos neoyorquinos, conocidos como Torres Gemelas, yo apenas era una niña a la que aún le faltaban dos meses para cumplir los 10 años. Acababa de salir del cole y jugaba con mis barbies en el escritorio, cuando de pronto la noticia irrumpió en todas las televisiones y canales y algo cambió en la humanidad a partir de ese instante. 
Yo desconocía la maldad que se esconde tras la sangre y los billetes; desconocía el por qué de estas tragedias y mi cabeza no era capaz de albergar el dolor que debería suponer para todos los que formamos parte de la raza humana, el haber llegado al punto en el que estamos.

"Que no te hagan sentir culpable de estas cosas", eso es lo que se repite y no poco en boca de quienes se eximen de cualquier atisbo de remordimiento, pero se les llena el alma fácilmente poniendo la bandera francesa en sus perfiles de Facebook, (eso sí, muchos salís realmente guapos.) 
A dónde estamos llegando, esto no tiene fin, no tiene límites, somos verdaderamente estúpidos. Salimos a manifestarnos porque han muerto en un día 130 personas, y de repente estamos llamando asesinos a todos los sirios, sin ninguna piedad, olvidando quién son los verdaderos asesinos, olvidando que en Siria mueren las mismas personas día tras día. ¿Cuál es la excusa? ¿Que Francia está más cerca? ¿Que a nuestros gobiernos se la trae floja oriente? ¿Que a nuestros gobernantes les gusta que esa parte del mundo sea analfabeta o muera sin sentido? Espero que no sean estas las mismas personas que luego dicen NO al racismo. Con dos cojones.
No es que me hagan sentir culpable, es que soy culpable. Culpable y responsable, aunque yo no haya matado a nadie, de lo que están haciendo con esos países, de los que poco sabemos. Además soy testigo directa, y sin embargo, no sé qué hacer, ni hacia dónde tirar, me siento impotente y me siento estúpida, porque me niego a creer que esto es cosa de sirios. 



Hay una palabra que está muy de moda ahora que es "conspiranoide", algo así como un androide de la conspiración, que da la vuelta a lo que la prensa te cuenta y ofrece su propia versión de los hechos. La que podría estar oculta. A mí esa palabra no me gusta en absoluto y no siento que me represente. Nadie me ha enseñado a darle la vuelta a las cosas, si lo pienso es porque considero que estamos gobernados por hijos de puta, que somos marionetas, puros títeres que vamos de aquí para allá y que ante una tragedia nueva, nos olvidamos de las anteriores y de sus por qués.

Es una casualidad  que en pleno apogeo sirio, en plena "crisis de refugiados" ocurra esto en una gran ciudad como París. Pero no creo en absoluto en las casualidades. Sí, puede ser que simplemente los "radicales" estén enfadados porque no hemos abierto las fronteras lo necesario o porque nos tienen manía (me encanta este argumento), pero la pregunta sería ¿quién les vende las armas? Espero que alguien con dos dedos de frente comprenda que detrás de esos kalashnikov no hay una obra de ingeniería de armamento por parte de los islamistas. Poco se habla de por qué se les proporciona armas o quién subvenciona el ISIS y los viajes a determinados lugares para suicidarse mientras asesinan. ¿Eso no es preciso contarlo en los telediarios? ¿Nadie se lo pregunta? ¿No sería más solidario intentar encontrar mediante nuestra cabeza pensante el motivo por el que esas personas vienen aquí? Somos muy idiotas y juzgad por vosotros mismos, pero si esto no es ser testigo de las carnicerías que ocurren en cualquier lugar del mundo a cualquier hora del día, entonces es que estamos mucho más enfermos de lo que aparentamos y realmente lo del raciocinio debería volverse a demostrar. 



¿Qué ocurrirá ahora?


Ahora se cerrarán más aún las fronteras a los sirios, ahora habrá un verdadero motivo para crear pánico colectivo cada vez que veamos a un "moro de mierda" por la calle (mientras gritamos NO AL RACISMO), ahora comprenderemos por qué "esa gente" no tiene que entrar aquí; que ¿sus? guerras no se paguen con ¿nuestros? muertos. Pero ocurrirá algo mucho peor: París se olvidará, dejaremos de ser París en un mes, igual que dejamos de ser Charlie Hebdo ; las fotos de Facebook irán desapareciendo y será como si no hubiese pasado absolutamente nada.



En un tiempo algo nuevo sucederá y otra vez nos volveremos solidarios y señalaremos con el dedo a jóvenes de entre 17 y 22 años, con la cabeza completamente absorbida, con armas que alguien un día les ofreció, muertos por Alá, así que no podrán hablar, asesinos a fin de cuentas, con las manos sucias eso sí,  porque los de las manos limpias, no morirán por nadie, sólo matarán por poder. 
Mandarán matar. Conseguirán que maten. E iremos muriendo. Poco a poco, en una guerra silenciosa de codicia y dinero, por el tráfico mayor que nos consume sin palabras. 
Dejen de hablar de los barcos incautados de droga señores medios de comunicación.
Expliquen mejor y más detalladamente eso de las armas. Eso que nos suena de fondo, eso que nos mueve, nos vigila, nos amenaza, lo sabemos. Pero somos testigos. Y también culpables, que nadie se olvide de eso. 



Piedad. 
París. 
Imagine...






Hoy me deleito con el "My Sweet Lord" de George Harrison. Gran beatle, gran artista, grande entre los grandes. 

https://www.youtube.com/watch?v=0kNGnIKUdMI


"My sweet lord, mmm, my lord
I really want to know you
Really want to go with you
Really want to show you lord."

miércoles, 11 de noviembre de 2015

SUEÑOS IMPARES

Tengo una manía importante en mi vida, una que hasta sorprende cuando la cuento y la cual a veces puede llegar a causarme estrés si no puedo llevarla a cabo. No lo llamaría superstición, simplemente manía, como muchas otras en mi vida (beber en un vaso determinado, comer con unos cubiertos determinados, peinarme antes de dormir, no soportar ver un cuadro colgado en la pared de lado...), pero esta especialmente dice mucho de cuál es mi perspectiva visual del mundo. 
Mi manía principal son los números impares. Necesito que la mayoría de cosas que tengo bajo control sean impares. El volumen de la radio del coche siempre impar, la de la televisión y el ordenador siempre impar, cuando hago recuento de algo que termina en par, sumo uno y comienzo con el uno otra vez para que sea impar, los mejores años de mi vida han sido impar, mis mejores edades, adivinad, impar. Y así una lista de cosas que han conspirado en el cosmos o qué se yo, de tal forma, que han hecho que definitivamente, lo par no sólo no signifique nada para mí, sino que hasta me da miedo. 
Acabo de entrar en una edad par (24 años) y en mes y medio estaremos en año par, no es algo que me quite el sueño, pero mucho tendrían que cambiar las cosas para que este año fuese un año fabuloso. Pues las estadísticas de mi corta vida no auguran nada nuevo, ni bueno, pero siempre una confía en que sea la excepción que confirme una regla que me persigue desde el año en que nací, que fíjate que coincidencia, año impar. Qué casualidad. De día impar, de mes impar... ¡Qué cosas tiene la vida!

Puede que esto sea el condicionante por el que nunca me haya gustado llevar dos coletas, ni dos trenzas. Puede que esto sea consecuencia a que he vivido en una familia impar y que soy la tercera de tres. Puede que también condicione mis calcetines; esos que suelo llevar diferente en cada pie. O simplemente puede deberse a que soy un caos en todos los aspectos, a que no me guste la lógica ni los resultados exactos y a que considere que la vida necesita acción que salte la línea de lo cuadriculado, de lo rutinario, de lo razonable, de lo que se puede explicar. Porque realmente, qué aburrido sería un mundo donde todo tuviese una respuesta, donde no existiese ni una duda que almacenar, donde 2 y 2 siempre fuesen 4, sin restarle, sin sumarle, sin inventarte un resultado por el mero hecho de hacerlo tuyo.
No es sano convertirte, aunque sea lo fácil y cómodo, en una de esas personas que lloran porque las cosas no les salen como esperan y no conformes con ello, se creen con la potestad de solucionarle la vida a los demás. No es sano tomar como ejemplo a quien da lecciones de moral sin pedirlo, a quien cree que es hijo perfecto, padre perfecto, marido perfecto, ser humano perfecto, de esos que resultan de una ecuación sin decimales... Esos para los que las normas no escritas de la existencia hay que cumplirlas sin aspirar a nada más. Y soñar no es fácil, pero soñar es lo que nos hace ejercitar la mente, mucho más de lo que nos hacen creer para que no lo hagamos. Soñar hace que uno se lance a piscinas sin pensar, pero que construyen un camino que se forja, algo tendremos que contarles a nuestros nietos, pienso yo. Eso sí, si llegamos. 
Soñar nos hace fuertes, invencibles y sobre todo y algo muy poderoso: curiosos. Y la curiosidad no mata ningún gato. La curiosidad te hace leer, investigar, conocer, descubrir, atreverte y desconfiar. Sí, desconfiar. No es nada malo desconfiar, simplemente hace que comprendas que no todas las personas dicen la verdad, que no todos los periódicos cuentan la verdad, que no todas las televisiones hablan la verdad, que la verdad a fin de cuentas es la que tú te quieras crear. Que para eso eres libre, que para eso existe la inexactitud y considero algo suficientemente importante para no perder de vista, que tenemos de casi todo dos cosas en nuestro tan perfecto cuerpo, pero en realidad sólo una que nos mueve.
Así que no, definitivamente lo par es tan absurdo como predicar gloria cubierto de escoria, como coger una flor y ni tan siquiera olerla, como encender una luz para sólo ver y no mirar. 
Como cerrar los ojos para sólo plantearse dormir, sin soñar.





Hoy escuchamos Just My Imagination de uno de mis grupos favoritos, The Cranberries. Tiene unos añitos, así que se puede decir que he decidido rescatarla. 
Transmite muy buena energía.
Un maravilloso tema de un magnífico grupo. 

https://www.youtube.com/watch?v=SHoHIL2ABVQ

"We were living for the love. We used to be so free.
We were living for the love we had and living not for reality"




lunes, 9 de noviembre de 2015

LO QUE CABE EN UNA INSPIRACIÓN

Estoy realmente contenta, pues después de casi dos años sin mi perfume, mi olor personal, el aroma de mi ropa, de mi pelo y casi casi de mi vida entera desde el 2005, ha vuelto al mercado y ya es mío. 
Ya vuelvo a oler a mí y de verdad, no sabéis cuánto lo he echado de menos; tanto, tanto, que cada noche lo huelo antes de dormir, porque estoy perdidamente enamorada de Hugo Boss Woman.

Cuán importante es el olfato, ese sentido al que no le damos especial importancia, que se marcha en pleno resfriado y no nos da tiempo a extrañar, porque sabemos que volverá. Pero, ¿qué pasaría si un día no volviera? Quienes usamos el olfato como medio de vida entre la dimensión a tiempo real y la línea divisoria de los recuerdos, sabemos el valor que tiene. Eso que cabe en una simple inspiración puede hacer movilizarse al cerebro de tal forma, que a veces sientas que te has transportado sin moverte del sitio, a un instante en concreto. Y es que los olores nos conducen por la senda de aquello que hemos ido dejando atrás. Bien sea de nuestra infancia, adolescencia o un momento puntual.
Pues quién no es capaz de sentir algo en sus entrañas con el olor que deja la lluvia a su paso. O quién nunca se ha girado pensando que tiene detrás a alguien que extraña o conoce, simplemente porque su colonia estaba cerca. ¿Cómo identificaríamos el inconfundible olor a palomitas o aquello que están cocinando en tu casa nada más abrir la puerta? El olor de tu hogar cuando has estado un tiempo fuera, un libro recién estrenado con sus hojas aún vírgenes de lectura o el salitre del mar un verano cualquiera.
El olfato, tan intangible, invisible, inaudible e insípido, pero tan sumamente íntimo; hasta el punto de tener cada uno de nosotros uno personal, el que elegimos en algún momento de nuestra existencia e inmediatamente se convierte en nuestro. Tan nuestro que los demás para siempre, así nos recordarán. Deberíamos ser mucho más olfativos, estar más receptivos a los olores que nos envuelven, como los animales, que mueven su destino en función de aquello que les sale de las narices, valga la redundancia. 

Por ello es a lo que se debía mi "mini disgusto" al sentir que algo me faltaba en estos 730 días en los que todo en mí era igual, excepto mi intransferible olor. Y con ello también viene la pérdida de rumbo respeto a ese olor propio, pues vas probando por si alguno se adecua, se parece, se asemeja, se consigue, pero no. 

Y sí, la mayoría de las cosas que puedo recordar parten de un olor, de algo que llegó a mi pituitaria y se alojó para siempre en el cerebro, guardando una valiosa información que es bonito identificar cuando nuestra nariz puede atraerla. Es algo que no podemos evitar, pues se puede no mirar, intentar no escuchar, no tocar y no probar. Pero no se puede jamás dejar de respirar y eso hace que este sentido sea poderoso, astuto e imposible de esquivar. 



La canción de hoy es "The man who sold the world" pero versionada por Nirvana, (la verdadera es de David Bowie, pero me gusta más cantada por Kurt Cobain).
Es una verdadera joya que no me canso de escuchar, aunque no la pueda oler, la puedo disfrutar. 


https://www.youtube.com/watch?v=fregObNcHC8

"Oh no, not me, I never lost control.
You're face to face with the man who sold the world."

martes, 3 de noviembre de 2015

24.

Hoy es mi cumpleaños y me encanta.
Siempre me ha gustado cumplir años, desde que tengo uso de razón, este día lo siento mío y solo mío, incluso me da rabia que alguien los cumpla el mismo día que yo y tenga que compartir mi fecha, mi 3 de noviembre.
Odio noviembre, lo cierto es eso. Yo tendría que haber nacido en un mes de sol y calor, de playa y tirantes, de días eternos y noches muy cortas... Sin embargo ni siquiera fui concebida en verano, porque si las cuentas no me fallan, mis padres debieron celebrar el San Valentín de 1991 por todo lo alto, así que no, mi aniversario nada tiene que ver con mi estación del año favorita y me tocó llegar al mundo en el mes que más odio. Aun así hago honor al carácter de una buena Escorpio, por lo tanto, creo que no podría haber sido ningún otro signo zodiacal.



Una de las razones por las que más odio cumplir años este mes, es porque demasiados años he tenido cumpleaños pasados por agua, cancelación de celebraciones por esta razón y recuerdo soplar las velas más de una vez y de dos con mucho frío. Tengo suerte que desde hace unos años, Lorenzo se porta bien en mi aniversario, aunque por otro lado puede que esto no sea tan bueno...

El caso es que me planto aquí, hoy y ahora con 24 años, que es cierto, no son muchos, pero sí han pasado realmente deprisa. 
Haciendo un poco de balance, sigo siendo la misma persona que cumplía 14 hace diez años o los 18 hace ya seis. Tengo las mismas razones para sonreír, los mismos motivos por los que quejarme (aunque eso va en aumento), las mismas personas a mi lado (y alguna más que con los años he agregado) y la misma ilusión por lo que me ilusiona, aunque las ilusiones cambien con el tiempo.
Me falta una persona que durante 22 años estuvo a mi lado con cada tarta, y este es el segundo que no va a estar. Es obvio que no me olvido de ella, ni hoy ni nunca, y que le mandaré un trocito de pastel allá donde se encuentre. Pero la vida sigue y creo que eso he aprendido del año pasado, de este año y de cualquier otro año. La vida no se detiene nunca, por nada, ni por nadie y siempre hay que estar orgulloso de poder cumplir, porque eso significa que estás vivo y mientras estás vivo las cosas pueden ser maravillosas. 




Cuando llega este día me gusta agradecer. Normalmente lo hago para mis adentros, pero aprovecho el blog para dar las gracias a todos los que durante tantos años llevan aguantando mi mal carácter, mi manera de contar cualquier tontería como un acontecimiento especial, mis bromas a veces pesadas, mis gritos cuando me cabreo, mi lengua envenenada cuando algo me enfada o mis lágrimas cuando tengo un mal día. Y que a pesar de todo, sigan a mi lado y que en días como este se esfuercen por hacerme feliz sabiendo lo que me gusta y conociéndome tan bien, con detalles que dejan muda, hace que no pueda sentirme más orgullosa de tener a mi alrededor a las personas que tengo. Son las adecuadas, las que encajan en el puzzle de mi camino. Espero estar a la altura que ellos merecen y compensarles mis defectos con virtudes que hagan sus vidas más fáciles. La mía desde luego la hacéis especialmente sencilla.


Y sumando otro noviembre, sabiendo que el mundo nunca deja de girar, creo que siempre debemos tener una apuesta para ganar. Lo poquísimo que sé de la vida es que nada es una emergencia que no se pueda arreglar, mientras el corazón siga latiendo y el amor vuelva a ganar. 





Y como siempre, hoy también toca canción y no, no es el "Happy Birthday".
Iba a colgar November Rain, pero claro, no llueve hoy, así que no pega. Eso hubiese estado mejor ayer. 
He elegido este tema de Mika, el "Blame It On The Girls", porque sonaba el día que me examiné del teórico hace ya unos cuantos años y aprobé, así que desde entonces le tengo un cariño especial además de transmitirme muy buena energía.

https://www.youtube.com/watch?v=iF_w7oaBHNo


"Life could be simple but you never fail to complicate it every single time "

lunes, 2 de noviembre de 2015

EXORCIZADA

Me encandila, esa sería la manera de definiros El Exorcista (1973).

Aprovechando que el viernes noche era prehalloween, llevaba un constipado de 100 contando del 1 al 10 y al día siguiente quería estar al 200% para celebrar mi cumpleaños (que es el martes 3), mi decisión fue quedarme en casa y ponerme una peli de miedo. Podría haber elegido Viernes 13, Psicosis, o Reflejos, -un film de terror actual que me creó auténtico pánico en su día-, pero mi opción fue El Exorcista. ¿Por qué? Porque, ya lo he dicho, me encandila. 
La he visto una media de 30 veces en mi vida, y siempre sé que es una opción segura y que nunca defrauda, me parece una verdadera obra maestra para la época en la que se rodó y tiene matices de una calidad abrumadora. No os hablo desde el punto de vista de una experta en cine, ni mucho menos una fan incondicional de El Exorcista (de hecho puede que sea de los pocos seres humanos que quede por disfrazarse de Regan), pero conseguir que una película vaya dirigida a cuestionarse la fe interior y logre finalmente ser considerada en género de terror, tiene su mérito. Eso no es discutible. 

Lo que más me gusta de todo, es ver cómo se va desarrollando la trama; odio esas películas en que el principio ya es la mitad de la película. En este caso, el principio es de una tranquilidad absoluta, se vaticina lo que puede pasar, pero por pequeños toques que el director le da, en ningún momento se masca la tragedia, pero poco a poco te va introduciendo en ella sin darte cuenta. 
Quiero hacer mención también al título, pues hoy en día todos sabemos de qué trata El Exorcista, pero en su día, es posible que muchos creyeran que iban al cine a ver la vida de un sacerdote especializado en posesiones. Y nada más lejos de la realidad. Así que ese "jugar al despiste" es un añadido más para que sea diferente.



Una de mis escenas favoritas es cuando la cama comienza a moverse, en realidad podría decirse que esa parte intermedia del film (cuando todavía la niña es una niña, pero lo paranormal ya está instalado en su habitación), es sin duda mi preferida. Esa incomprensión de la madre, ese desasosiego, esa inexpresión de su pequeña que va en aumento y esa impotencia al ver que los médicos ya no le saben dar respuestas, llega al espectador y el espectador es precisamente, el que se vuelve el mayor confidente de esa mujer en ese momento.
Fuera de lo "anormal", seguro que muchas madres han vivido algo similar, cuando los médicos no responden de forma convincente a sus preguntas y dudas y una no sabe si se está volviendo loca o son los demás los locos.
El papel de Ellen Burstyn (Chris McNeil) me parece impecable aunque no fuese por esta película por lo que se llevase el Oscar. Como anéctoda, en la escena en que Regan está clavándose el crucifijo en la vagina ("¿has visto lo que ha hecho la cochina de tu hija?"), la bofetada que le propina, con caída incluida  a su madre, fue real y el grito de dolor que Chris McNeil da en ese momento, es totalmente verídico ya que se fracturó un par de vértebras al caer. 

Conforme avanza la trama, vamos observando el deterioro de Regan y cómo va anulando Pazuzu (el demonio que la posee, el mismísimo rey de los demonios del viento) la personalidad tierna y desenfadada de la criatura, para dar paso a una criatura mucho más terrorífica, asesina, mal hablada y peligrosa. También como dato decir que en ningún momento de la película se menciona a Pazuzu, es más, se habla de El Demonio, no de un demonio en concreto, yo tuve que leer por Google para saberlo, pero según tengo entendido, en El Exorcista II lo dicen, pero las críticas no son muy alentadoras así que yo no la he visto , pues creo que hacer una segunda parte de una maravilla así, es meter la pata hasta el fondo.

La caracterización es evidente que con los años se hubiese mejorado, pero para encontrarnos en plenos años 70, está realmente logrado, pues la cara de Regan, deja de ser por completo, así como los efectos especiales, cuando levita su cuerpo o la cama se eleva, están  a mi parecer muy conseguidos.


Luego nos adentramos en la parte del exorcismo;  la madre se lo plantea como último recurso, dado que lo que está sucediendo en su casa comienza a ser absolutamente surrealista (el espectador puede observar cómo la cara del demonio se manifiesta en diferentes lugares del hogar.) Para ello juega su papel fundamental el Padre Karras, un sacerdote especializado en psiquiatría que intenta por todos los medios buscarle una lógica racional a lo que Regan padece, aun sabiendo que lo que ha visto en esa habitación no es un problema mental.
La película deja entrever que él será el exorcista, pero es curioso que precisamente quien da título al largometraje sólo aparezca al principio (cuando encuentra el amuleto de Pazuzu en Irak) y al final, aunque en ambos casos es una figura relevante para que la historia tenga un comienzo y un desenlace. 
Por estar carente de experiencia, Karras pasa a un segundo plano y se recurre al padre Merrin para realizar el exorcismo, dejándonos así la famosísima escena al bajar del taxi, mirando la ventana iluminada donde el demonio le espera con ansia. 


Y ya por fin llegamos a lo que parecía que tendría que haberse dado hace rato, pues claro, quienes la estamos viendo sabemos que se hubieran ahorrado muchos daños y disgustos con un exorcismo al primer síntoma raro de Regan, pero por otro lado nos hubiésemos perdido un gran peliculón. 
En esa habitación mueren dos personas, por salvar a una niña y ese final agridulce, sobre todo por la muerte de Karras al que se le coge cariño con la historia de su vida, hace que no sea esperado en absoluto. En realidad engancha porque no sabes qué sucederá, quién morirá, si la niña sobrevivirá... y te mantiene en vilo.



Finalmente y como sabemos (espero no hacerle spoiler a nadie), Pazuzu sale del cuerpo de Regan para introducirse en el del Padre Karras que en un arrebato de cordura se lanza por la ventana de la habitación donde se acomodó el infierno y cae por las famosas escaleras por donde el demonio ya le había partido el cuello al jefe de Chris McNeil, unas escenas antes. 
Y la niña, para el bienestar de su salud mental, no recuerda nada y evidentemente se mudan de casa, dejando atrás unos recuerdos que de buen seguro, no son fáciles de olvidar. 

No se sabe qué sucede con la casa, si tiene nuevos inquilinos o se queda deshabitada para siempre, pero la última escena de la película es la ventana de la habitación tapiada como signo de que lo acontecido ahí, es mejor que no salga de ahí.




Para añadir más azúcar a lo dulce, la banda sonora es un deleite para los oídos, ese Tubular Bells de Mike Oldfield, siempre quedará en la historia del cine como la BSO de El Exorcista e inmediatamente al escuchar sus primeras notas, nos aparece la cara de la niña.

Así que aquí la dejo para disfrutar. En su día la llevé de politono en un Alcatel y hoy la escucho de una manera mucho más relajada y serena, así como seguiré viendo y disfrutando muchos años más esta grandísima e incomparable película.

Gracias por leerme, hoy el día está algo gris. Magnífico día para un exorcismo.