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lunes, 19 de octubre de 2015

UNA ROSA ES UNA ROSA.

Nunca he sido partidaria de "El Día Mundial De...", es decir, esas fechas especiales en las cuales una vez al año conmemoramos, recordamos y lamentamos enfermedades de todo tipo.
Hoy es El Día Mundial Del Cáncer De Mama y aunque como he dicho, no soy dada a "celebrar" estas cosas, he decidido hacer mi segunda entrada del blog relacionada con esta enfermedad.

Todos los días tengo un pequeño recoveco en mi recuerdo para este monstruo, por todo lo que me ha quitado y me ha dado en la vida.
Cuando tenía 18 años recién cumplidos, es decir hace 6 años y la mente aún blandita, una noticia me hizo aterrizar rápidamente en la Tierra y mirar alrededor. Era diciembre de 2009 y mi existencia transcurría bastante tranquila, sin sobresaltos que perturbaran mis días y una comodidad de esas que cualquier postadolescente debería tener derecho a vivir. Estaba en lo que se dice "mi zona de confort" y por mis neuronas no corría ni por asomo la idea de que las circustancias se torcieran. Pero se torcieron y de repente te ves a ti misma escuchando la palabra cáncer más veces de las que te gustaría y a la persona que crees que siempre va a existir por el mero hecho de haberte dado la vida, de pruebas, de médicos, de operaciones y de esas cositas que no crean nada bueno en el interior de uno.
Pasé miedo, no más del que pudo pasar cualquier miembro de mi familia, incluida la protagonista de esta situación, mi madre, pero sí pasé mucho miedo. Los recuerdo como unos meses llenos de incógnitas, de "por qués", de rabia y de lágrimas. Pero algo en mi interior me empujaba con optimismo a pensar que todo iba a salir bien (y además así fue). 
No es fácil encajar una noticia como esta, pero sí es fácil encajar lo efímera que puede ser, ya no la vida, sino la felicidad. Pues esta última no es estática, como nos hacen pensar, es dinámica, la felicidad sube y baja, tienes picos en tu vida de felicidad muy alta, pero en realidad cuando estás bien, simplemente bien, sin acontecimientos especiales que te hagan estar mejor, sólo bien, eso sí es felicidad. Pero no lo sabes hasta que todo deja de estar bien en tu entorno, entonces es cuando compruebas esto y eso es lo que a mí me pasó. Yo me quejaba de cosas sin importancia alguna, quizás pasaba con mi madre, con mi familia en general, menos tiempo del que debería y cuando esto pisó con fuerza mis días, mis prioridades cambiaron de hábitos. Todo dio un giro de 180º y puedo asegurar, ahora que ha pasado un tiempo, que para bien. Tuvimos suerte de ganar la batalla, de encontrar a tiempo lo que aún era un embrión de lo que podría haber sido un gran bebé cáncer, fuimos un equipo y todos tiramos hacia adelante juntos, algo primordial.
Hoy miro hacia atrás y estoy orgullosa, muy orgullosa de mi madre, pero también orgullosa de que aquello nos sirviera a todos (incluida a ella) como una lección de moral. Una bofetada en la cara para espabilar, pues la vida te avisa y te da caminos a elegir y tú eres el único que puede decidir. Antes creía en el destino, ahora me han pasado suficientes cosas para saber que todo nos ocurre por propia elección. 
La muerte de vez en cuando, le susurra a la vida al oído que a las personas nos tiene que hacer entender que está más presente de lo que creemos. Y la vida se encarga de ello y a partir de ahí ya juegas tú tu propio juego y tú debes sentir si quieres cambiar o quedarte como estabas. 

Como he dicho y reitero, pasas miedo, miedo es la palabra ante esta enfermedad, no nos vamos a engañar. Pero la fortaleza mental está muy por encima de nuestra imaginación y pesadillas y eso sólo se comprueba enfrentándose a esos fantasmas que todos llevamos dentro. 
Tras este escalón, han venido muchos más y puedo decir que peores y gracias a esta patada que la vida me dio con la mayoría de edad recién estrenada, he podido superarlos todos, con mayor o menor facilidad, pero los he llevado hacia adelante, sabiendo ya que una puede moverse como una veterana, tanto en lo bueno como en lo malo, si decides aprender de ambos.

Así que hoy y todos los días, mucho ánimo a todas aquellas mujeres que salieron adelante, a aquellas que lucharon, pero se marcharon (eso sí, sin perder la partida, pues si se lucha, nunca se pierde), a aquellas que están usando su energía para vencerlo o a aquellas que en este momento están recibiendo la noticia que nadie quiere oír. A todas, a las pasadas y a las futuras (por desgracia ninguna estamos exentas de ello), ÁNIMO.
Y también, por supuesto y por la parte que me toca, a todas las hijas, a todos los hijos, a todos los maridos, a todas las madres, a todos los padres, a todos los hermanos, a todas las hermanas, a todos los nietos y nietas que tienen cerca a una persona con Cáncer de Mama, FUERZA. La fuerza que hay dentro de eso que llamamos cabeza, no sabemos aún lo inmensa que puede llegar a ser.

Allá va una rosa, por todos ellos.






Y hoy mi canción es "Chick Habit" de April March. La escuché en una película que me encanta, Death Proof de Tarantino y me parece acorde a este día, pues es un film de chicas muy guerreras.
Espero que os guste. 

https://www.youtube.com/watch?v=FiMgtTqKNTc

"I'm telling you it's not a trick. Pay attention, don't be thick. Or you're liable to get licked."

3 comentarios:

  1. Jajajajajajajaja, aquí están mi hermana y mi cuñado que son los futuros presidentes de mi club de fans, cuando esto despegue, porque a este paso...
    Menos mal que siempre estáis vosotros jajajajaja!

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  2. Eres una magnífica persona y sí es verdad que cuando nos pasa algo así o similar te das cuanta que está vida hay que disfrutarla sin hacer daño a nadie.
    Y tú familia es digna de admirar ahhhhhh y tu mami una mujer diez😘😘😘😘

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    1. Qué ilusión me hace leerte por mi blog, Armando. A tus padres tuve el gusto de conocerlos este verano y, bueno, no esperaba menos teniendo un hijo como tú. Gracias por todo a Mari y a ti, sois increíbles. Un abrazo enorme.

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