https://twitter.com/carolcarol91

martes, 29 de diciembre de 2015

PETARDOS QUE BORRAN SONIDOS DE AYER.

Hay una frase pronunciada por el Papa Pablo VI que adoro: "No desprecies el recuerdo del camino recorrido. Ello no retrasa vuestra carrera, sino que la dirige; el que olvida el punto de partida, pierde fácilmente la meta."
Independientemente de aquel que sea creyente o no (en mi caso sí), es una cita totalmente cierta y que, al menos a mí, me hace reflexionar bastante. 



Jamás he despreciado mis pasos, jamás he intentado rectificar lo que ya no tenía rectificación, jamás me he arrepentido de nada y jamás he tenido la sensación de no haber cerrado etapas cuando tocaba hacerlo. Si algo me está enseñando la vida en mi trayecto, es que las circunstancias nunca pueden forzarse y todo principio y todo final, llega cuando tiene que llegar. Ni antes, ni después. 


"Hoy me paro a hacer balance", como dice una maqueta de Estopa, y puede que sea porque estamos ya a 29 de diciembre, el año se termina y el jueves quedarán 365 días para el recuerdo. Días de alegría infinita y tristeza desmesurada. Días de paz interior y ansiedad incalmable. Días de sueño y de sueños. Días rotos y reconstruidos. Días de incertidumbre, de personas que vuelven y personas que se van, de mi vida pasando como una película y de repente sentirme más intérprete que nunca. Días de mucho, días de poco. Días para mí. Días míos. Días de mí. Mis días. 
Las últimas cuatro frases resumen el 2015, porque es un año del que he aprendido, un año con el que comenzaría y acabaría igual si me hicieran firmar en un papel, un año que repetiría sin duda, con pros y contras; no el mejor de mi vida, pero sí el mejor para mi vida. El mejor que podría tener, para desintoxicarme de personas, para saber lo que necesito, lo que merezco, lo que quiero y lo que deseo. Para volver a tener delante muchas de las cosas que siempre quise tener y darme cuenta que ya es tarde y que eso ya no forma parte de mi interior. De lo que yo he sido y ya no soy, de lo que fui y sigo siendo. De lo que no era y soy, de lo que nunca fui, ni seré. 
Con la llegada del 2015, fui encontrándome por el camino, y no digo reencontrarme porque creo que en realidad jamás me he perdido, simplemente nunca me había conocido y asimilando un 2014 muy duro, fui mirando hacia delante sintiendo que nada me afectaba en exceso. Y si me afecta, ya no como antes. Anhelo cosas que por el momento quizás no pueda tener, creo que como bien he dicho antes, la vida siempre te pone las situaciones en tus ojos, es sólo cuestión de tiempo y paciencia. Aun así, no podría quejarme, porque soy afortunada y no por lo material, pues cada vez necesito menos cosas para sobrevivir en la vida, lo esencial es vivir y eso no te lo da ningún objeto. Eso viene en las personas y los momentos, en convivir con uno mismo y con el resto, en no ocultarse, en ser valiente y saber que te quieren o te odian por lo que eres y no por lo que finges ser. Ese es un dato importante. La realidad es que yo jamás he interpretado un papel para agradar, pero durante el proceso de encontrarme a mí misma en la desubicación que producen unos años en proceso de maceración de cuerpo y alma, puede ser que no haya sido todo lo que quería ser, en el momento en que lo deseaba ser. Ahora sigo teniendo mis inquietudes, más que nunca incluso, pero ahora sé más cosas, ahora entiendo que nunca entenderé nada y ahora soy yo, para lo bueno y para lo malo, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte me separe. Y la verdad, creo que es algo que todo ser humano debe buscar. Hasta encontrarse. 

¡FELIZ NAVIDAD! 
(Con retraso)

¡FELIZ 2016!
(Por si ya no escribo hasta enero) 



La canción de hoy es la mítica de Mecano cuando llegan estos días finales y la que escucho toda mi vida para hacer mi balance anual, "Un años más". Precioso tema donde los haya, sin ninguna duda.


"A los que ya no están echaremos de menos."
29.
16 meses


No hay comentarios:

Publicar un comentario