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martes, 29 de diciembre de 2015

PETARDOS QUE BORRAN SONIDOS DE AYER.

Hay una frase pronunciada por el Papa Pablo VI que adoro: "No desprecies el recuerdo del camino recorrido. Ello no retrasa vuestra carrera, sino que la dirige; el que olvida el punto de partida, pierde fácilmente la meta."
Independientemente de aquel que sea creyente o no (en mi caso sí), es una cita totalmente cierta y que, al menos a mí, me hace reflexionar bastante. 



Jamás he despreciado mis pasos, jamás he intentado rectificar lo que ya no tenía rectificación, jamás me he arrepentido de nada y jamás he tenido la sensación de no haber cerrado etapas cuando tocaba hacerlo. Si algo me está enseñando la vida en mi trayecto, es que las circunstancias nunca pueden forzarse y todo principio y todo final, llega cuando tiene que llegar. Ni antes, ni después. 


"Hoy me paro a hacer balance", como dice una maqueta de Estopa, y puede que sea porque estamos ya a 29 de diciembre, el año se termina y el jueves quedarán 365 días para el recuerdo. Días de alegría infinita y tristeza desmesurada. Días de paz interior y ansiedad incalmable. Días de sueño y de sueños. Días rotos y reconstruidos. Días de incertidumbre, de personas que vuelven y personas que se van, de mi vida pasando como una película y de repente sentirme más intérprete que nunca. Días de mucho, días de poco. Días para mí. Días míos. Días de mí. Mis días. 
Las últimas cuatro frases resumen el 2015, porque es un año del que he aprendido, un año con el que comenzaría y acabaría igual si me hicieran firmar en un papel, un año que repetiría sin duda, con pros y contras; no el mejor de mi vida, pero sí el mejor para mi vida. El mejor que podría tener, para desintoxicarme de personas, para saber lo que necesito, lo que merezco, lo que quiero y lo que deseo. Para volver a tener delante muchas de las cosas que siempre quise tener y darme cuenta que ya es tarde y que eso ya no forma parte de mi interior. De lo que yo he sido y ya no soy, de lo que fui y sigo siendo. De lo que no era y soy, de lo que nunca fui, ni seré. 
Con la llegada del 2015, fui encontrándome por el camino, y no digo reencontrarme porque creo que en realidad jamás me he perdido, simplemente nunca me había conocido y asimilando un 2014 muy duro, fui mirando hacia delante sintiendo que nada me afectaba en exceso. Y si me afecta, ya no como antes. Anhelo cosas que por el momento quizás no pueda tener, creo que como bien he dicho antes, la vida siempre te pone las situaciones en tus ojos, es sólo cuestión de tiempo y paciencia. Aun así, no podría quejarme, porque soy afortunada y no por lo material, pues cada vez necesito menos cosas para sobrevivir en la vida, lo esencial es vivir y eso no te lo da ningún objeto. Eso viene en las personas y los momentos, en convivir con uno mismo y con el resto, en no ocultarse, en ser valiente y saber que te quieren o te odian por lo que eres y no por lo que finges ser. Ese es un dato importante. La realidad es que yo jamás he interpretado un papel para agradar, pero durante el proceso de encontrarme a mí misma en la desubicación que producen unos años en proceso de maceración de cuerpo y alma, puede ser que no haya sido todo lo que quería ser, en el momento en que lo deseaba ser. Ahora sigo teniendo mis inquietudes, más que nunca incluso, pero ahora sé más cosas, ahora entiendo que nunca entenderé nada y ahora soy yo, para lo bueno y para lo malo, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte me separe. Y la verdad, creo que es algo que todo ser humano debe buscar. Hasta encontrarse. 

¡FELIZ NAVIDAD! 
(Con retraso)

¡FELIZ 2016!
(Por si ya no escribo hasta enero) 



La canción de hoy es la mítica de Mecano cuando llegan estos días finales y la que escucho toda mi vida para hacer mi balance anual, "Un años más". Precioso tema donde los haya, sin ninguna duda.


"A los que ya no están echaremos de menos."
29.
16 meses


miércoles, 23 de diciembre de 2015

ESA GENTE

Llegó el invierno y con él aires de cambios en mi vida y en mi país. Pasada ya la resaca de las elecciones y aún con la incertidumbre que acarrea el qué puede pasar, yo me he animado a escribir dentro de la vorágine. 
Estoy satisfecha en cierta medida al ver que un buen sector de la población tenemos sed de cambio y votamos con firmeza y sin temblarnos el pulso. Unas palabras similares puse el otro día en mi cuenta de Twitter y un redactor de El País me contestaba que la duda es buena y que no entendía por qué se infravaloraba. Yo respondí (y volvería a responder, porque es lo que pienso), que ofreciendo mi voto a quien nos ofrece nuevos aires, estoy otorgando el beneficio de la duda en su más amplio significado, en absoluto la estaba infravalorando. No obtuve respuesta, ni la esperaba tampoco. Pero repito, no me tembló el pulso el domingo. 

A quien sí debería temblarle y no poco es a todo aquel español que tras esta legislatura de cuatro años donde enumerar el número de corruptos, desahucios o puestos de trabajo de esclavos me llevaría toda una tarde, han vuelto a depositar su voto en esa urna que nos condena a todos. Sí, a todos. Porque cuando uno quiere autolesionarse puede hacerlo, sin necesidad de lesionar al de al lado, pero en este caso la autolesión sí daña a los que no tenemos culpa de que no seas capaz de pensar. Perdona si ofendo a alguien que me lee, es mi absoluta intención, pero aun así, me disculpo. 
Ahora me dirijo a ti directamente, votante de la mentira y el robo. Tú, ¿para qué tienes el cerebro? ¿Para qué tienes internet? ¿Para qué tienes los ojos? ¿No se te cae la cara de vergüenza? No quiero ser comprensiva, porque ya estoy cansada de ser comprensiva con quien es cómplice de las desgracias de este país. Pero es que no me extraña, viendo la persona tipo que sigue confiando en la mafia de las men in (tarjetas) black. Ancianos (a estos SE LO PERDONO TODO) y personajes de edad media (literal y metafóricamente) que comparten cualquier tontería que leen, sin contrastar la información, que luego repiten como una cotorra y que al final resulta ser mentira. Pero para cuando descubren que no es verdad, ya lo tienen asimilado como una realidad paralela a la del resto y es su verdad y con ese nivel van a las urnas y nos joden a TODOS. Pues sí, hay gente así, todos tenéis en las redes sociales personas así, de las que sabes que tienen cerebro porque tienen un Facebook abierto y han tenido que rellenar unos datos antes, sino, lo dudarías seriamente. Y "esa gente" (como a mí me gusta llamarles) son esos 7 millones de personas que hicieron vencedores de las elecciones al PP y que en segunda posición dejaron a un Pdr Snchz que debe estar encantado sabiendo que el futuro del país depende de él a pesar de haber obtenido el peor resultado electoral de la historia del PSOE.

Esos que constantemente están hablando de Venezuela sin tan siquiera saberla situar en un puñetero mapa, esos son los que votan a esta chusma. Esos. Tu vecina, tu abuelo, tu carnicero, tu panadera... están en todas partes. Los que se quejan durante cuatro años con una cerveza en la mano o se limitan a decir "podríamos estar peor" y ya está, y lo demás les importa un pimiento, porque no son capaces de mirar más allá de la caja tonta, tan tonta como ellos. Y así estamos, porque esto no es Grecia y así seguiremos, pero no por mucho tiempo, la revolución democrática está llamando a la puerta y a algunos y algunas dentro de poco os tocará adaptaros a este país o el país os comerá.
Más de 5 millones de personas no queremos ladrones, en 4 años más, seremos otros 5 millones.

Y a "esa gente" sólo le deseo dos cosas: Mucha salud dentro de la miseria.

Os lo merecéis.




El súper tema de hoy viene de la mano de una grande, Cecilia, con "Mi querida España", canción que cantó sin censura (porque se la censuraron en pleno régimen franquista) en esta gala. Una valiente, sin duda, que murió muy joven por un "accidente de tráfico". Hagan apuestas y a disfrutarla. 
Estoy segura que si Cecilia levantara la cabeza, volvería a cantarla a esta "España nueva". 

https://www.youtube.com/watch?v=nOatrXGc0do

"Mi querida España
esta España viva,
esta España muerta.

De tu santa siesta
ahora te despiertan
versos de poetas.
.
¿Dónde están tus ojos?
¿Dónde están tus manos?
¿Dónde tu cabeza?"

martes, 15 de diciembre de 2015

MIEDO/20D

Cuando era más joven e incluso cuando no podía votar aún, tenía unos ideales bastante distintos en cuanto a política de los que tengo ahora. Realmente tampoco me importaba, creía a pies juntillas lo que me escupía la tele y no veía el motivo por el que discrepar. Era una esponja seca y desinformada. Tengo suerte de gustarme la historia, porque eso me ha servido para abrirme puertas mentales en mi cabeza, me ha ayudado a dejar de ser una esponja seca para empezar a acumular algo de agua en mis poros y sobre todo, no sé si me ha servido para saber lo que quiero, pero sí para saber lo que no quiero.

Se acerca el domingo y no sé cómo estarán ustedes respecto al resultado e incluso puede ser que alguno tenga verdadera indecisión a estas alturas, pero yo tengo miedo. Miedo es la palabra. Miedo a poner mis energías, a escribir con mis palabras (lo más valiosos que tengo), a lanzar con fuerza mi voto dentro de esa urna y sentir que no ha servido para nada. Tengo miedo que ganen los periódicos, que ganen las televisiones, que gane la manipulación informativa, que gane el dinero, que ganen los vendidos, que ganen los comprados, que gane la falsa ley que nos ampara, que gane una constitución que sólo sirve a unos pocos, que ganen aquellos 90 que nos han traído a estos 2000.
Miedo a que dentro de una fría revolución democrática en las urnas, siga el totalitarismo imponiéndose a la libertad y lo peor de todo es que esta vez, como digo, sería de forma democrática. Es decir, mi país, el que quiero y amo, del que estoy orgullosa, el que podría ser con su gastronomía, su clima y sus monumentos una incomparable potencia mundial, atrapado dentro de esa cárcel de billetes traficando por encima de las cabezas de los que habitamos en él y lo peor de todo, bajo nuestro amparo y consentimiento. Y no se puede hacer nada, pues hay un sector convencido que eso es lo que anhela y sólo queda esperar para saber si son tantos como parecen o si seguiremos sonriendo, porque SÍ. 

Es una breve reflexión y quiero aportar un vídeo que seguro habréis visto pero por si acaso, es interesante ponerse la piel de gallina antes de ese temido y a la vez tan esperado 20 de diciembre. 

HA LLEGADO EL MOMENTO PARA EL QUE NACIMOS.



La canción de hoy no podía ser de otra manera, "Gafas de rosa" del último disco de Estopa y mi favorita de Rumba a lo desconocido. El sábado noche estaré en el concierto, oyéndolos en directo y retumbará la Fonteta, lo sé, con mucha mucha fuerza ante esta canción. 


"También PODEMOS afiliarnos a un partido impopular."

lunes, 7 de diciembre de 2015

ALL YOU NEED IS FRIENDSHIP

El amor viene y va, o va y viene, o puede no venir y no irse nunca o parecer que nunca va a irse y de repente no estar o creer que se va, pero quedarse para siempre. En todo caso, el amor puede ser infinito, largo, temporal o corto. El amor nos ciega, es una sensación poco comparable a cualquier otra, pues nos puede llevar a hacer verdaderas estupideces, algo así como ir ebrio. Y no, no hablo del amor maduro, el de un matrimonio de muchos años, hablo de ese amor que todos necesitamos alguna vez en nuestra vida. El que nos remueve por dentro.

Pero si el amor es necesario, aunque no imprescindible, la amistad es mucho más. La amistad es el soporte en las tempestades, es el remo que nos guía, es la brújula de los años, es la anécdota que siempre se repite, es el recuerdo de tiempos felices, es esa cerveza que termina en borrachera, es un café endulzando lágrimas, es ese abrazo inesperado, ese reencuentro deseado o ese echar de menos tan sólido.  
Pero sin embargo, siendo tantas cosas, tendemos a descuidarla bastante más que el amor. Al final pasa el tiempo y muchas personas piensan que la amistad simplemente acaba siendo para los malos ratos, y muy de vez en cuando alguno bueno. Se olvidan que al igual que el amor, a la amistad hay que darle de comer buenos alimentos para no desnutrirla, hay que ofrecerle un vaso de agua para no deshidratarla y hay que hacerlo más a menudo de lo que creemos que es necesario, porque eso de que "nuestras vidas nos separan" es una excusa, cuanto menos, barata. Es cierto que uno con el tiempo tiene menos minutos al día, más faena, personas que atender fuera del círculo que siempre conociste... pero eso no puede impedir que pases una noche de cine con aquel que nunca dejó de estar, al menos dos veces al mes o una tarde de merienda en vuestro bar de siempre, una vez por semana. Cuando de verdad se quiere, el tiempo se encuentra, y sino se busca y rebusca hasta encontrarlo. Lo demás es descuidar la amistad más verdadera, por puro egoísmo y desinterés. 

Lo escribo desde lo más hondo, desde donde se quieren las mejores cosas de la vida. Y precisamente media vida llevo conservando fuertes amistades que, con baches como en todas partes, continúan ahí, viendo pasar los años cogiéndonos de la mano cuando aún algo nos da miedo. Podríamos en algún momento habernos perdido por el camino, dejar que los quehaceres, problemas, amores u otras amistades, hicieran que poco a poco se fuera deshaciendo el lazo con el que un día el destino nos ató, pero no queremos, porque nos queremos. Y cuando quieres a alguien no basta con saber que está ahí o dar por hecho que esa persona sabrá que tú también, porque entonces lo reducimos todo a esperar que un día nos suceda algo para descolgar el teléfono o presentarnos en la puerta de su casa. 

Es nuestro deber cuidar de nuestros amigos en todos los aspectos, porque quizás un día, de repente le quieras decir "gracias" y ya no llegues a tiempo. La vida no está para esperar hasta el final.



Y mi entrada no podía ser de otra manera hoy, tenía que ir dedicada a lo más precioso que tengo, después de mi familia, mis amigas. Aquí está mi regalo, que no hay duda que la persona que me lo ha hecho, Marina, me conoce como anillo al dedo. Una agenda con una frase bastante frecuente en mí y un tarrito lleno de chuches, personalizado con mi nombre y otra frase que adoro de una de mis canciones favoritas de The Beatles. Curiosamente mi amiga invisible, también es una groupi de los cuatro fabulosos de Liverpool. 

Así que no lo olviden nunca: "All you need is friendship."





Hoy va la canción de un monstruo de la música, el Crocodile Rock de Elton John. Buen rollo, buena música y buen puente a todos. 

https://www.youtube.com/watch?v=QS-YZlJLCbM

"I never knew me a better time and I guess I never will."


jueves, 3 de diciembre de 2015

RESPETO VOLATILIZADO

Me gustaría invitar a una reflexión, contada desde mi experiencia personal, sobre la educación en general.

Soy una persona con bastante carácter, con los años he aprendido a perder los papeles con menos facilidad, pero lo cierto es que cuando los pierdo, mejor que no te pille por medio. Es algo con lo que lidian los que me conocen; lo saben, lo aceptan y supongo que aprenden a vivir con ello, aunque en algún momento pueda resultar molesto. Se me pasa pronto, excepto si es algo que se clava dentro, entonces no se me pasa nunca. Pero normalmente, cuando es una discusión de esas en las que incendio el universo con mi voz, mis palabras y mis gestos, suele irse el cabreo igual de veloz que llega.
Os preguntaréis, para qué cuento esto, si muchos de los que me estaréis leyendo ya lo sabéis sobradamente. Bien, esto viene porque por mi carácter se me ha juzgado en muchísimas ocasiones, llegándome a decir lo que la verdad, no me considero en absoluto, "maleducada." 
Entre mis mil defectos, ese no es uno de ellos. 

Sé decir "gracias" y lo digo al cabo del día una media de 7 veces. Cuando me sirven en un bar, cuando me atienden en una tienda, cuando me dejan paso con el coche... ¿Cuántas veces lo escucháis en vuestro día a día? Yo pocas, a mí me lo dicen pocas o es que estoy sorda. Pero entonces, cuando siento que merezco un "gracias" y no lo recibo, en ese momento me cabreo y soy yo la maleducada. 

Sé pedir perdón a personas que no conozco cuando sin querer tropiezo con ellas. ¿Cuántas veces lo veis al cabo del día? Entonces estoy en un autobús, me dan un codazo, me miran, no me piden "perdón", me cabreo y soy yo la maleducada. 

Sé decir "disculpa", cuando necesito preguntar algo, cuando necesito que me dejen pasar... cuando necesitas algo de alguien que no conoces y tienes que decírselo, el "disculpa" es primordial. ¿Cuántas veces lo oís? Porque a mí se me han dirigido en múltiples ocasiones como si fuese colega de toda la vida, personas que simplemente quieren que les indique una calle, entonces me cabreo y soy yo la maleducada. 

Sé decir "buenos días", "buenas tardes" o "buenas noches", cuando entro a un lugar. ¿Cuántas veces lo escucháis al día? Esa es una de las buenas, de las que no esperes que hagan cualquiera de las anteriores, si no hacen esta previamente. Entonces me cabreo y soy yo la maleducada. 

Sé decir "adiós", en el sentido más estrictamente literal. Porque si te vas de un lugar, debes despedirte. El súmmun de la mala educación, es este, sin ninguna duda. Entonces me cabreo y soy yo la maleducada. 

Las bases. Esas son las bases, ya no de la educación, sino del respeto al prójimo. El respeto no se pierde con un cabreo, no se pierde por decir tacos en tu intimidad, no se pierde por colgar el teléfono en un momento de enfado. El respeto se pierde cuando haces méritos para que te lo pierdan a ti. Cuando no contribuyes a expandirlo en un ambiente cada vez más distante entre personas. Cuando no eres consciente que quien tienes atendiéndote en un súpermercado es de carne y hueso como tú y no tu súbdito. Cuando no tienes presente que a quien atiendes no es sólo un cliente, es un ser humano. Cuando se tiene amnesia de lo más mínimo que deberíamos poner en práctica para que el mundo no se fuera del todo a la mierda, es cuando el respeto se volatiliza. 

Este es sólo mi caso dentro de una sociedad con los esquemas de la educación desestructurados. Yo me enfado y puedo ser una persona odiosa en ese momento, pero no soy una maleducada. Y tú, que me estás leyendo, no te sientas presionado por tu carácter, sea el que sea. Aprende a decir "gracias" en esta vida llena de "de nadas" y verás como todo cambia. Hablando se entiende la gente y no puedo estar más de acuerdo con ello. El diálogo dentro del respeto, es la única brújula que debería guiarnos. Y la sonrisa nuestro norte. 

Enfádate cuando veas a  personas que creen caminar solas por la calle o vivir solas en la Tierra. No lo pases por alto. Si queremos una convivencia con todos los seres vivos que habitan nuestro planeta, primero tenemos que aprender a convivir entre humanos, porque el resto de animales, ya saben hacerlo entre ellos.



A mí te diriges con educación y sino, no te dirijas. 






Hoy toca canción de mi ídola Alaska, en Fangoria. Ayer recibió el premio Bellas Artes y creo que se lo merece, por su carácter, su personalidad, su música... ¡qué voy a decir yo de ella! 
Esta es una canción a la que lamentablemente podría ponerle nombre y apellidos, así de triste. Si la escucháis, seguro que no soy la única. Va bien con el post de hoy.

Fangoria - Criticar por criticar


"Estás perdiendo un tiempo que no vas a recobrar. Parece que tu vida, no da para más."

domingo, 29 de noviembre de 2015

AMAR COMO AMAN LOS PERROS.

Te miro, me miras y adivinas lo que estoy pensando. Me entiendes, me comprendes, aun sin haber jamás hablado. ¿Qué importa? Nos queremos, eso viene siendo suficiente. Tu amor, mi amor y a las palabras que las arrastre la corriente. No hacen falta siempre. 

Te arrimas, me besas, tu lengua babea mi cara. Me dejo, te abrazo y el mundo deja de ser una carga. 
Te quiero y lo sabes, pero sé que tú aún más a mí. Lo siento, lo intento, pero es imposible querer así.

Me gustaría poder explicarte que los humanos guardamos rencores, que tú mi pequeña desconoces, y por eso tu querer no escondes. Eres pura de alma y limpia de corazón, las personas pecamos y siempre queremos llevar razón.

Y a pesar de todo, incondicional, te recreas en mis piernas y te duermes ajena al mal. Confiada, relajada y haciéndome tan feliz, tanto, que el día que me faltes no sé qué será de mí. 

No pido que no me dejes, porque sé que jamás lo harás, que aunque un día te alejes en mi mente vivirás. Y siempre diré orgullosa que en un mundo de traición, conocí el amor verdadero, en tus ojos, corazón.




Mención aparte, hoy hace 15 meses que murió mi iaia, y como cada 29 me gusta recordarla.


"Cuando llegue al cielo, la primera cosa que haré será buscarte."




Y la canción de hoy es una muy ochentera, de esas que tanto me gustan a mí. Para darle un toque de alegría al invierno.

Areolíneas Federales - No me beses en los labios


"Y por mí pasaba una corriente de más de 220. Has perdido facultades, mi amor. "

miércoles, 25 de noviembre de 2015

SIN NINGÚN TIPO DE DUDA

La vida de una persona es dura. Es algo que sabemos y comprendemos conforme pasan los años y nos vemos reflejados en dolores y miserias, que a veces no compensan con los momentos de sonrisas, pues si así fuera no existirían los suicidios. 
No voy a ponerme una medallita por ser mujer, mucho menos pretendo llevar la igualdad de sexos a mi territorio, pues ya no sería igualdad, pero nunca podremos situar en el mismo grado a hombres y a mujeres. Porque no somos lo mismo. Si el problema fuese ese, tendría una fácil solución, cada uno a lo suyo y lo suyo a cada uno. Pero la cosa es mucho más seria. 

Vaya, hoy me meto en mis redes sociales y leo hasta la saciedad que es el día conmemorativo de la Violencia de Género, o lo que viene siendo el día conmemorativo de las muertas, vejadas, humilladas, coaccionadas, marcadas, sometidas... Para entendernos mejor. Un precioso día a destacar. Y aquí nos encontramos, deshojando margaritas en lugar de ir directamente a la raíz, ahí, donde se esconde lo oscuro, donde la mujer nunca podrá avanzar. Pero no. Nosotras preferimos compartir fotografías de #NiUnaMenos (algo que puede llegar a confundir bastante), o una mano en nuestros perfiles que marca claramente que estás en contra de la violencia de género. Ah, perdona, ¿es que es algo que tenemos que demostrar?
Un día genial como digo, pues hoy no se permite llamarnos entre nosotras "putas" por acostarnos con quien nos salga del querido agujero que fabricó nuestra madre para, oye, sacarle partido. Y si alguien te tiene que aconsejar que sea ella que es la que se lo curró; aceptamos barco con el padre, porque sin él, tampoco existirías. No los ponemos al mismo nivel, porque como he dicho antes, hombres y mujeres no somos lo mismo. Pero en una balanza, un padre y una madre, la pueden compensar. Y tanto que sí. 
Un día genial, para no tenernos celos. Hoy todas somos una; estamos unidas, aunque el resto del año nos miremos con envidias, con rencillas, con celosía, con macabra imaginación. 
Un día genial para no odiarnos, ni llamarnos víboras. Ni criticar a nuestra vecina, a nuestra amiga o a nuestra peluquera. Joder, pobretas, son mujeres. Hoy no lo merecen.
Un día genial para no maldecir a la novia de nuestro ex, o a la ex de nuestro novio, o a la ex del ex de nuestra colega, o a la ex del ex de la ex de nuestro ex. 
Un día genial para... mmm... me estoy perdiendo ya...





Qué gran día este a celebrar. A celebrar, ¿qué? ¿Que creemos combatir un problema tan serio con fotos en Facebook? ¿Que nuestras actitudes son las que dan pie a que cada vez sean más las muertas? ¿A no ser conscientes que un machista no va a cambiar porque pongas una foto de una mano en tu puñetero perfil, como tampoco van a desaparecer las armas por la bandera de Francia? Qué hipócritamente solidarios somos, me sorprende la injusticia que cometen no dándonos ya el premio Nobel de la Paz. No será que no nos lo curramos. 





Pero mañana será otro día y mañana volverá a escupirnos la machitele otra noticia de asesinato, y volverá a recordarnos lo mucho que hay que tener en cuenta el 016, y volveremos a decir la suerte que tenemos de no haber conocido jamás un hombre que nos ponga la mano encima, como si hacerlo fuese lo normal. Y volveremos a ser todas unas putas, unas odiosas, unas frescas, unas "abrefácil". Porque nosotras lo permitimos, porque nosotras lo exigimos, porque nosotras buscamos que suceda, porque esos comentarios los oigo en boca de mujeres. Porque nos quedan muchos chips por cambiar para que la situación cambie. Porque no son las fotos lo que hará que deje de suceder. El machismo no se cura con lágrimas, no se cura con muertes, no se cura con manifestaciones, no se cura con fotografías, no se cura con lamentos, no se cura con vulnerabilidad, no se cura con miedo y no se cura con una entrada de blog. El machismo se cura dejándolo de fomentar las mujeres. Esa es la única vía factible que veo. Y no se trata de odiar a los hombres, no se trata de aplastarlos, de apartarlos de tal forma que los buenos se sientan malos, de promover una sociedad con más odio del que ya acoge. Se trata de valorarnos, para que nos puedan valorar. Suena utópico, incluso puede que alguien entienda con esta entrada que somos las mujeres las culpables de los asesinatos. No. Un asesino es un asesino y no tiene justificación. Pero cuando encima se es un asesino machista y las mujeres somos unas machistas, creo que parte de culpa sí tenemos. Pues en cierto modo, divulgamos lo que en apariencia, un día como hoy, damos a entender que deseamos erradicar. Y lo cierto, en mi humilde opinión, es que simplemente radica en nuestras mentes el poder hacer una igualdad de convivencia con nuestras diferencias de sexos. Luchemos con nuestra mente y nuestro lenguaje para terminar con eso que nos mata y que si no lo ven nuestros ojos, nuestros hijos sí lo vean.
Es nuestra obligación como mujer, sin ningún tipo de duda. 




La canción de hoy es "Enamorado de la moda juvenil", todo un himno de Radio Futura. Y la pongo porque sí, porque me encanta, porque me apetece y porque qué más da qué seamos hombres o mujeres. La vida es corta, aprovéchala y haz lo que te de la gana. 


"Sí, yo caí, enamorado de la moda juvenil, de los chicos, de las chicas, de los maniquís.
¡ENAMORADO DE TI!"






sábado, 21 de noviembre de 2015

SINSENTIDO

Caminamos sobre el suelo que pisamos con miedo. Tenemos miedo a sufrir o a morir o a las dos cosas, cuando realmente ambas son completamente inevitables, como inevitable es ver el recorrido pasar dejando trenes en estaciones que desaparecen con cada paso.
Todo dura lo que dura el cuerpo y  no creo que después haya mucho más que no sea como dormir sin despertar de madrugada aferrado a las pesadillas que consigo llevan nuestros temores más profundos. 



Hay que saltar. Saltar es una buena forma de que al suelo caigan todas esas cosas que nos impiden saber que sólo el momento que impregnado en este segundo en nuestra piel está, es el verdadero, el único y el creíble. ¿Qué importa lo que se deja atrás, acaso va a salvarte ahora de alguna quema? Y lo que viene, ¿alguien ofrece garantías de que vaya a ocurrir? Siempre comedidos, no vaya ser nos arruinemos el alma. ¿Para qué quieres ahorrar en tus entrañas? No te hace más rico. ¿Alguna vez has pensado cuántas cosas te han quedado por hacer o decir si mañana te mueres? Cosas banales, cotidianas, no hablo de tu sueño por viajar por todo el mundo, sino cosas mucho más sencillas, como descuidar a quien quieres y no hacer nada por salvarlo.
Viajamos en el tiempo cada vez que despertamos, un tiempo que se construye cada mañana y no se para aunque duermas; y este trayecto lo pasamos llenos de ansiedades, con uñas mordidas, pulmones asfaltados y piernas que no paran cuando deberían reposar sobra una silla. Así nos limitamos a pasar, cuando somos un universo lleno de sentimientos, somos bombas de relojería que no dejamos estallar; somos aire, como dice esa famosa canción de Mecano. Somos energía, bendita energía. Pero fallamos, creyendo que fallar es otra cosa, cuando lo único creíble es que no llegamos a sentirnos todo lo poderosos que somos, pues nuestros escudos nos protegen de otros escudos, cuando en realidad es fácil distinguir, pero complicamos la senda con piedras que ni tan siquiera son comparables a los pedruscos que esa misma senda te pone sin poder decidir, y sin embargo los pequeños sedimentos que nosotros fabricamos, nos hacen más incapaces que cualquier otra roca. 



Observo el mundo y lo veo así. Yo he sido así, soy así a veces. Pero lucho con todas mis fuerzas por evitar desperdiciar lo más valiosos que tengo y por eso salto. Salto todo lo alto que puedo, no para hacerme daño en la caída, sino para que caigan esas piedras que yo misma me he puesto alguna vez, limitándome horizontes mucho más cercanos de lo que algún día pude pensar que estaban. 
Se llama seguridad, y la tenemos todos dentro. Sólo hay que apartar trastos del corazón, porque cuando apartas los trastos compruebas que tienes un hueco muy grande para llenarlo de todo lo que tú quieres. Y no importan los demás. No olvides qué es lo más valioso que tienes, así que no vayas a por ello porque ya lo tienes. Sólo cuídalo.



La canción de hoy es la que me ha inspirado. La escucho desde hace ya unos cuantos años y me encanta. La recomiendo. Además le da título a mi post de hoy. ¡FELIZ SÁBADO!

Bebe - Sinsentido


"¡Ay cuerpo! Cuerpecito mío, qué caña te he metío en estos años."





martes, 17 de noviembre de 2015

DE TÚ A TÚ

Se aferraba fuertemente a aquello que llamaban vida por el mero hecho de existir, aunque siempre supo que para ella eso no era suficiente. Siempre necesitó más de lo que obtuvo de las personas y las circunstancias que la habían acompañado durante su trayecto por la senda que a todos conduce al mismo lugar.
Solía quedarse mirando un punto fijo en el espacio vital que la rodeaba, ese que a veces se quedaba pequeño cuando alguien lo invadía sin preguntar. No era necesario decir que se marchara, un sólo gesto era suficiente. Necesitaba estar sola, porque "todo el mundo necesita un tiempo solo", como dice esa bonita canción de los Guns N' Roses que escuchaba más a menudo de lo que le gustaría, aun cuando ni tan siquiera noviembre parecía aproximarse.
Definitivamente le gustaba la soledad; le gustaba conversar, jugar y convivir con esa soledad que formaba parte de cada arteria, pestañeo o célula, nacido o propulsado, en su cuerpo o por su cuerpo. 

Se repetía a menudo que este mundo no era justo para nadie, pero ella consideraba que se ajustaba a él, aunque más de una vez la luna la sorprendía intentando fabricar un nuevo mar en sus ojos. No, definitivamente no era nada justo, ya no universalmente, sino en ese "tú a tú" que tanto le gustaba, en esas relaciones entre personas que deberían darse y verse como algo normal, pero algo se rompía en su alma con cada mentira, con cada traición o con cada perro que seguro en noches de frío y lluvia vagaba sin rumbo buscando una mano amiga que nunca llega. 
Y puede que así fuese como ella se sentía en la Tierra; buscando perdida manos amigas que jamás llegaron, que se fueron o que simplemente no existieron. Y esta última teoría la aterraba, pero era la posibilidad más cercana a cómo de solos estamos con los pies llenos de gravedad.
A cuan egoístas nos han enseñado a ser. A ese medidor roto de mala educación. 

Tontos aquellos que se crean acompañados. 
Nadie está acompañado.
Nadie morirá con nadie.
Y nadie por nadie.

El ego jamás fue vencido por la bondad. No existe la justicia, ni dentro, ni fuera de ninguna ley que diga lo contrario. 
Tampoco es ciega.

Y ella lo sabía, lo veía y lo peor de todo, lo intuía.  






Hoy tenía ganas de escribir, así sin más, sin noticias o males por medio. Me ha inspirado la siguiente canción, de un "artista" que en su día desde luego lo fue y a mí hay canciones que me encantan, pero hoy en día creo que lamentablemente y como muchos otros, ha caído vendido y rendido en las garras de la industria musical de mierda. Con todos mis respetos. 
Aquí viene el "Lo ves" de Alejandro Sanz. 

https://www.youtube.com/watch?v=jKn3f7czia0

"Por ser la vida como es."



domingo, 15 de noviembre de 2015

PAGANDO Y CALLANDO

"Sólo le pido en esta noche a Dios que cierre siempre la muralla al miedo, la violencia y el rencor, que gane el beso su batalla."
Cualquier tiempo pasado fue peor.


Cuando un 11 de septiembre de 2001, dos aviones se estrellaron en los impresionantes rascacielos neoyorquinos, conocidos como Torres Gemelas, yo apenas era una niña a la que aún le faltaban dos meses para cumplir los 10 años. Acababa de salir del cole y jugaba con mis barbies en el escritorio, cuando de pronto la noticia irrumpió en todas las televisiones y canales y algo cambió en la humanidad a partir de ese instante. 
Yo desconocía la maldad que se esconde tras la sangre y los billetes; desconocía el por qué de estas tragedias y mi cabeza no era capaz de albergar el dolor que debería suponer para todos los que formamos parte de la raza humana, el haber llegado al punto en el que estamos.

"Que no te hagan sentir culpable de estas cosas", eso es lo que se repite y no poco en boca de quienes se eximen de cualquier atisbo de remordimiento, pero se les llena el alma fácilmente poniendo la bandera francesa en sus perfiles de Facebook, (eso sí, muchos salís realmente guapos.) 
A dónde estamos llegando, esto no tiene fin, no tiene límites, somos verdaderamente estúpidos. Salimos a manifestarnos porque han muerto en un día 130 personas, y de repente estamos llamando asesinos a todos los sirios, sin ninguna piedad, olvidando quién son los verdaderos asesinos, olvidando que en Siria mueren las mismas personas día tras día. ¿Cuál es la excusa? ¿Que Francia está más cerca? ¿Que a nuestros gobiernos se la trae floja oriente? ¿Que a nuestros gobernantes les gusta que esa parte del mundo sea analfabeta o muera sin sentido? Espero que no sean estas las mismas personas que luego dicen NO al racismo. Con dos cojones.
No es que me hagan sentir culpable, es que soy culpable. Culpable y responsable, aunque yo no haya matado a nadie, de lo que están haciendo con esos países, de los que poco sabemos. Además soy testigo directa, y sin embargo, no sé qué hacer, ni hacia dónde tirar, me siento impotente y me siento estúpida, porque me niego a creer que esto es cosa de sirios. 



Hay una palabra que está muy de moda ahora que es "conspiranoide", algo así como un androide de la conspiración, que da la vuelta a lo que la prensa te cuenta y ofrece su propia versión de los hechos. La que podría estar oculta. A mí esa palabra no me gusta en absoluto y no siento que me represente. Nadie me ha enseñado a darle la vuelta a las cosas, si lo pienso es porque considero que estamos gobernados por hijos de puta, que somos marionetas, puros títeres que vamos de aquí para allá y que ante una tragedia nueva, nos olvidamos de las anteriores y de sus por qués.

Es una casualidad  que en pleno apogeo sirio, en plena "crisis de refugiados" ocurra esto en una gran ciudad como París. Pero no creo en absoluto en las casualidades. Sí, puede ser que simplemente los "radicales" estén enfadados porque no hemos abierto las fronteras lo necesario o porque nos tienen manía (me encanta este argumento), pero la pregunta sería ¿quién les vende las armas? Espero que alguien con dos dedos de frente comprenda que detrás de esos kalashnikov no hay una obra de ingeniería de armamento por parte de los islamistas. Poco se habla de por qué se les proporciona armas o quién subvenciona el ISIS y los viajes a determinados lugares para suicidarse mientras asesinan. ¿Eso no es preciso contarlo en los telediarios? ¿Nadie se lo pregunta? ¿No sería más solidario intentar encontrar mediante nuestra cabeza pensante el motivo por el que esas personas vienen aquí? Somos muy idiotas y juzgad por vosotros mismos, pero si esto no es ser testigo de las carnicerías que ocurren en cualquier lugar del mundo a cualquier hora del día, entonces es que estamos mucho más enfermos de lo que aparentamos y realmente lo del raciocinio debería volverse a demostrar. 



¿Qué ocurrirá ahora?


Ahora se cerrarán más aún las fronteras a los sirios, ahora habrá un verdadero motivo para crear pánico colectivo cada vez que veamos a un "moro de mierda" por la calle (mientras gritamos NO AL RACISMO), ahora comprenderemos por qué "esa gente" no tiene que entrar aquí; que ¿sus? guerras no se paguen con ¿nuestros? muertos. Pero ocurrirá algo mucho peor: París se olvidará, dejaremos de ser París en un mes, igual que dejamos de ser Charlie Hebdo ; las fotos de Facebook irán desapareciendo y será como si no hubiese pasado absolutamente nada.



En un tiempo algo nuevo sucederá y otra vez nos volveremos solidarios y señalaremos con el dedo a jóvenes de entre 17 y 22 años, con la cabeza completamente absorbida, con armas que alguien un día les ofreció, muertos por Alá, así que no podrán hablar, asesinos a fin de cuentas, con las manos sucias eso sí,  porque los de las manos limpias, no morirán por nadie, sólo matarán por poder. 
Mandarán matar. Conseguirán que maten. E iremos muriendo. Poco a poco, en una guerra silenciosa de codicia y dinero, por el tráfico mayor que nos consume sin palabras. 
Dejen de hablar de los barcos incautados de droga señores medios de comunicación.
Expliquen mejor y más detalladamente eso de las armas. Eso que nos suena de fondo, eso que nos mueve, nos vigila, nos amenaza, lo sabemos. Pero somos testigos. Y también culpables, que nadie se olvide de eso. 



Piedad. 
París. 
Imagine...






Hoy me deleito con el "My Sweet Lord" de George Harrison. Gran beatle, gran artista, grande entre los grandes. 

https://www.youtube.com/watch?v=0kNGnIKUdMI


"My sweet lord, mmm, my lord
I really want to know you
Really want to go with you
Really want to show you lord."

miércoles, 11 de noviembre de 2015

SUEÑOS IMPARES

Tengo una manía importante en mi vida, una que hasta sorprende cuando la cuento y la cual a veces puede llegar a causarme estrés si no puedo llevarla a cabo. No lo llamaría superstición, simplemente manía, como muchas otras en mi vida (beber en un vaso determinado, comer con unos cubiertos determinados, peinarme antes de dormir, no soportar ver un cuadro colgado en la pared de lado...), pero esta especialmente dice mucho de cuál es mi perspectiva visual del mundo. 
Mi manía principal son los números impares. Necesito que la mayoría de cosas que tengo bajo control sean impares. El volumen de la radio del coche siempre impar, la de la televisión y el ordenador siempre impar, cuando hago recuento de algo que termina en par, sumo uno y comienzo con el uno otra vez para que sea impar, los mejores años de mi vida han sido impar, mis mejores edades, adivinad, impar. Y así una lista de cosas que han conspirado en el cosmos o qué se yo, de tal forma, que han hecho que definitivamente, lo par no sólo no signifique nada para mí, sino que hasta me da miedo. 
Acabo de entrar en una edad par (24 años) y en mes y medio estaremos en año par, no es algo que me quite el sueño, pero mucho tendrían que cambiar las cosas para que este año fuese un año fabuloso. Pues las estadísticas de mi corta vida no auguran nada nuevo, ni bueno, pero siempre una confía en que sea la excepción que confirme una regla que me persigue desde el año en que nací, que fíjate que coincidencia, año impar. Qué casualidad. De día impar, de mes impar... ¡Qué cosas tiene la vida!

Puede que esto sea el condicionante por el que nunca me haya gustado llevar dos coletas, ni dos trenzas. Puede que esto sea consecuencia a que he vivido en una familia impar y que soy la tercera de tres. Puede que también condicione mis calcetines; esos que suelo llevar diferente en cada pie. O simplemente puede deberse a que soy un caos en todos los aspectos, a que no me guste la lógica ni los resultados exactos y a que considere que la vida necesita acción que salte la línea de lo cuadriculado, de lo rutinario, de lo razonable, de lo que se puede explicar. Porque realmente, qué aburrido sería un mundo donde todo tuviese una respuesta, donde no existiese ni una duda que almacenar, donde 2 y 2 siempre fuesen 4, sin restarle, sin sumarle, sin inventarte un resultado por el mero hecho de hacerlo tuyo.
No es sano convertirte, aunque sea lo fácil y cómodo, en una de esas personas que lloran porque las cosas no les salen como esperan y no conformes con ello, se creen con la potestad de solucionarle la vida a los demás. No es sano tomar como ejemplo a quien da lecciones de moral sin pedirlo, a quien cree que es hijo perfecto, padre perfecto, marido perfecto, ser humano perfecto, de esos que resultan de una ecuación sin decimales... Esos para los que las normas no escritas de la existencia hay que cumplirlas sin aspirar a nada más. Y soñar no es fácil, pero soñar es lo que nos hace ejercitar la mente, mucho más de lo que nos hacen creer para que no lo hagamos. Soñar hace que uno se lance a piscinas sin pensar, pero que construyen un camino que se forja, algo tendremos que contarles a nuestros nietos, pienso yo. Eso sí, si llegamos. 
Soñar nos hace fuertes, invencibles y sobre todo y algo muy poderoso: curiosos. Y la curiosidad no mata ningún gato. La curiosidad te hace leer, investigar, conocer, descubrir, atreverte y desconfiar. Sí, desconfiar. No es nada malo desconfiar, simplemente hace que comprendas que no todas las personas dicen la verdad, que no todos los periódicos cuentan la verdad, que no todas las televisiones hablan la verdad, que la verdad a fin de cuentas es la que tú te quieras crear. Que para eso eres libre, que para eso existe la inexactitud y considero algo suficientemente importante para no perder de vista, que tenemos de casi todo dos cosas en nuestro tan perfecto cuerpo, pero en realidad sólo una que nos mueve.
Así que no, definitivamente lo par es tan absurdo como predicar gloria cubierto de escoria, como coger una flor y ni tan siquiera olerla, como encender una luz para sólo ver y no mirar. 
Como cerrar los ojos para sólo plantearse dormir, sin soñar.





Hoy escuchamos Just My Imagination de uno de mis grupos favoritos, The Cranberries. Tiene unos añitos, así que se puede decir que he decidido rescatarla. 
Transmite muy buena energía.
Un maravilloso tema de un magnífico grupo. 

https://www.youtube.com/watch?v=SHoHIL2ABVQ

"We were living for the love. We used to be so free.
We were living for the love we had and living not for reality"




lunes, 9 de noviembre de 2015

LO QUE CABE EN UNA INSPIRACIÓN

Estoy realmente contenta, pues después de casi dos años sin mi perfume, mi olor personal, el aroma de mi ropa, de mi pelo y casi casi de mi vida entera desde el 2005, ha vuelto al mercado y ya es mío. 
Ya vuelvo a oler a mí y de verdad, no sabéis cuánto lo he echado de menos; tanto, tanto, que cada noche lo huelo antes de dormir, porque estoy perdidamente enamorada de Hugo Boss Woman.

Cuán importante es el olfato, ese sentido al que no le damos especial importancia, que se marcha en pleno resfriado y no nos da tiempo a extrañar, porque sabemos que volverá. Pero, ¿qué pasaría si un día no volviera? Quienes usamos el olfato como medio de vida entre la dimensión a tiempo real y la línea divisoria de los recuerdos, sabemos el valor que tiene. Eso que cabe en una simple inspiración puede hacer movilizarse al cerebro de tal forma, que a veces sientas que te has transportado sin moverte del sitio, a un instante en concreto. Y es que los olores nos conducen por la senda de aquello que hemos ido dejando atrás. Bien sea de nuestra infancia, adolescencia o un momento puntual.
Pues quién no es capaz de sentir algo en sus entrañas con el olor que deja la lluvia a su paso. O quién nunca se ha girado pensando que tiene detrás a alguien que extraña o conoce, simplemente porque su colonia estaba cerca. ¿Cómo identificaríamos el inconfundible olor a palomitas o aquello que están cocinando en tu casa nada más abrir la puerta? El olor de tu hogar cuando has estado un tiempo fuera, un libro recién estrenado con sus hojas aún vírgenes de lectura o el salitre del mar un verano cualquiera.
El olfato, tan intangible, invisible, inaudible e insípido, pero tan sumamente íntimo; hasta el punto de tener cada uno de nosotros uno personal, el que elegimos en algún momento de nuestra existencia e inmediatamente se convierte en nuestro. Tan nuestro que los demás para siempre, así nos recordarán. Deberíamos ser mucho más olfativos, estar más receptivos a los olores que nos envuelven, como los animales, que mueven su destino en función de aquello que les sale de las narices, valga la redundancia. 

Por ello es a lo que se debía mi "mini disgusto" al sentir que algo me faltaba en estos 730 días en los que todo en mí era igual, excepto mi intransferible olor. Y con ello también viene la pérdida de rumbo respeto a ese olor propio, pues vas probando por si alguno se adecua, se parece, se asemeja, se consigue, pero no. 

Y sí, la mayoría de las cosas que puedo recordar parten de un olor, de algo que llegó a mi pituitaria y se alojó para siempre en el cerebro, guardando una valiosa información que es bonito identificar cuando nuestra nariz puede atraerla. Es algo que no podemos evitar, pues se puede no mirar, intentar no escuchar, no tocar y no probar. Pero no se puede jamás dejar de respirar y eso hace que este sentido sea poderoso, astuto e imposible de esquivar. 



La canción de hoy es "The man who sold the world" pero versionada por Nirvana, (la verdadera es de David Bowie, pero me gusta más cantada por Kurt Cobain).
Es una verdadera joya que no me canso de escuchar, aunque no la pueda oler, la puedo disfrutar. 


https://www.youtube.com/watch?v=fregObNcHC8

"Oh no, not me, I never lost control.
You're face to face with the man who sold the world."

martes, 3 de noviembre de 2015

24.

Hoy es mi cumpleaños y me encanta.
Siempre me ha gustado cumplir años, desde que tengo uso de razón, este día lo siento mío y solo mío, incluso me da rabia que alguien los cumpla el mismo día que yo y tenga que compartir mi fecha, mi 3 de noviembre.
Odio noviembre, lo cierto es eso. Yo tendría que haber nacido en un mes de sol y calor, de playa y tirantes, de días eternos y noches muy cortas... Sin embargo ni siquiera fui concebida en verano, porque si las cuentas no me fallan, mis padres debieron celebrar el San Valentín de 1991 por todo lo alto, así que no, mi aniversario nada tiene que ver con mi estación del año favorita y me tocó llegar al mundo en el mes que más odio. Aun así hago honor al carácter de una buena Escorpio, por lo tanto, creo que no podría haber sido ningún otro signo zodiacal.



Una de las razones por las que más odio cumplir años este mes, es porque demasiados años he tenido cumpleaños pasados por agua, cancelación de celebraciones por esta razón y recuerdo soplar las velas más de una vez y de dos con mucho frío. Tengo suerte que desde hace unos años, Lorenzo se porta bien en mi aniversario, aunque por otro lado puede que esto no sea tan bueno...

El caso es que me planto aquí, hoy y ahora con 24 años, que es cierto, no son muchos, pero sí han pasado realmente deprisa. 
Haciendo un poco de balance, sigo siendo la misma persona que cumplía 14 hace diez años o los 18 hace ya seis. Tengo las mismas razones para sonreír, los mismos motivos por los que quejarme (aunque eso va en aumento), las mismas personas a mi lado (y alguna más que con los años he agregado) y la misma ilusión por lo que me ilusiona, aunque las ilusiones cambien con el tiempo.
Me falta una persona que durante 22 años estuvo a mi lado con cada tarta, y este es el segundo que no va a estar. Es obvio que no me olvido de ella, ni hoy ni nunca, y que le mandaré un trocito de pastel allá donde se encuentre. Pero la vida sigue y creo que eso he aprendido del año pasado, de este año y de cualquier otro año. La vida no se detiene nunca, por nada, ni por nadie y siempre hay que estar orgulloso de poder cumplir, porque eso significa que estás vivo y mientras estás vivo las cosas pueden ser maravillosas. 




Cuando llega este día me gusta agradecer. Normalmente lo hago para mis adentros, pero aprovecho el blog para dar las gracias a todos los que durante tantos años llevan aguantando mi mal carácter, mi manera de contar cualquier tontería como un acontecimiento especial, mis bromas a veces pesadas, mis gritos cuando me cabreo, mi lengua envenenada cuando algo me enfada o mis lágrimas cuando tengo un mal día. Y que a pesar de todo, sigan a mi lado y que en días como este se esfuercen por hacerme feliz sabiendo lo que me gusta y conociéndome tan bien, con detalles que dejan muda, hace que no pueda sentirme más orgullosa de tener a mi alrededor a las personas que tengo. Son las adecuadas, las que encajan en el puzzle de mi camino. Espero estar a la altura que ellos merecen y compensarles mis defectos con virtudes que hagan sus vidas más fáciles. La mía desde luego la hacéis especialmente sencilla.


Y sumando otro noviembre, sabiendo que el mundo nunca deja de girar, creo que siempre debemos tener una apuesta para ganar. Lo poquísimo que sé de la vida es que nada es una emergencia que no se pueda arreglar, mientras el corazón siga latiendo y el amor vuelva a ganar. 





Y como siempre, hoy también toca canción y no, no es el "Happy Birthday".
Iba a colgar November Rain, pero claro, no llueve hoy, así que no pega. Eso hubiese estado mejor ayer. 
He elegido este tema de Mika, el "Blame It On The Girls", porque sonaba el día que me examiné del teórico hace ya unos cuantos años y aprobé, así que desde entonces le tengo un cariño especial además de transmitirme muy buena energía.

https://www.youtube.com/watch?v=iF_w7oaBHNo


"Life could be simple but you never fail to complicate it every single time "