https://twitter.com/carolcarol91

miércoles, 28 de diciembre de 2016

UN MIEDO LLENO DE ALMAS.

Todo el mundo ha sentido miedo, tú has sentido miedo, yo he sentido miedo y hasta la persona que más fortaleza y colorida seguridad aparenta, ha sentido miedo alguna vez.

El miedo nos pone en sobre aviso, nos alerta de peligros y eso hace que en muchas ocasiones nos guardemos en salud y evitemos situaciones que podrían destrozar lo que por delante se pusiese. 
El miedo nos hace una señal, cierto es, pero son muchas las veces que decidimos ignorarlo, que no lo escuchamos, y seguimos nuestra senda, directa al acantilado, como un rebaño de ovejas, tan ciegas, que son incapaces de ver que no siguen a ningún pastor. Porque también al ser humano le gusta el riesgo. 
Pero hablemos de ese miedo que nos eriza la piel interior, la que no se ve, pero se percibe. Hablemos de ese miedo que surge cuando ni tan siquiera nuestra vida está en peligro, pero lo vivimos como si casi lo estuviese; porque quizá de él depende que la masa que esconde la quijotera, sí sobreviva a la vida. El miedo a enfrentarnos a nuevos retos, el miedo a fallar, el miedo a cambiar, el miedo a ser nosotros mismos. Ese miedo, amigos, es el más común y por tanto, el más traicionero.




Hace apenas unos días, leí un artículo sobre el comienzo de un nuevo trabajo, las dudas y temores que surgen y además ha coincidido con mi nueva situación laboral y me hizo recordar la vez que tuve mi primera experiencia laboral y el primer día de trabajo. Recuerdo que tuve miedo, ese miedo del que antes hablaba. La inexperiencia me daba pánico, el fallar o el no ser capaz; me temblaban las piernas, me sudaban las manos y me costaba un esfuerzo tragar saliva. Tras haber vivido varios días de "primer día de trabajo", ahora sigo sintiendo miedo, para qué vamos a mentir, pero de una forma muy diferente, completamente canalizado por donde yo quiero que vaya y dándome mucho más margen de error. Ahora mi cabeza me dice: eres capaz y eres capaz de equivocarte como cualquier ser humano. Nadie nace aprendido. Así es como los miedos huyen, así es como los espantamos, así es como nos volvemos seguros y potenciamos lo mejor que tenemos, con mucha fuerza interior y aguantando las tripas hacia dentro las primeras veces, que ya sabemos, pueden ser muy dolorosas. 




Si nos bloqueamos, si nos ensimismamos en nuestras debilidades, no podremos avanzar cuanto nos gustaría y eso siempre te lleva a un, ya no miedo, sino un terror descontrolado que recorre nuestros vasos sanguíneos a la velocidad de la luz. Y estoy segura que debe consumir de una forma tremenda. 

No sólo a la hora de un trabajo el miedo puede afectar, también por supuesto se puede extrapolar a cualquier ámbito, pero por ser más general, al afrontar el reto que sea en nuestra vida, a dar ese paso que nunca tuvimos valor de dar, a saber que siempre llega una hora, un día, en que nuestro reloj interior grita y debes escucharlo, aprender a hacerlo e ir de la mano con él. No puedes desviar tu camino, o mejor dicho, sí puedes pero no debes, porque entonces serás infeliz durante todo tu trayecto y no hay nada como vivir una vida plena, llena de libertad, para elegir lo que deseas, disfrutando de esas pequeñas cosas, que suenan a tópico, pero hacen grande el existir. 

Si decidimos quedarnos en el mismo punto de partida siempre, nos perderemos infinidad de historias que contarles a nuestros hijos si algún día decidimos tenerlos. Si no alzamos la voz, en lugar de atrapar oportunidades, las oportunidades nos atraparán a nosotros en forma de ansiedad por no haber sido capaces de llevarlas a cabo. La vida no es eso. 




Dejemos de lamentar la mala suerte que a veces parece que nos cae del cielo, porque ni la buena ni la mala caen del cielo, en esta vida señores, sólo las mentes más fuertes llegan a la convicción que cada día cuenta y son conocedoras de su valer. 
Por eso nunca dejarás de sentir miedo, porque si estás sintiendo miedo en este momento, es porque has tomado las riendas de algo, es porque una decisión abre una nueva etapa y eso, a parte de valiente, te está salvando de un pozo en el que ya hay mucha gente.





Esta canción me gusta mucho, y aunque se llama "Ella", también se la dedico a "ellos". Porque tiene la fuerza que todo requiere. Bon Nadal.

https://www.youtube.com/watch?v=i7X6nO0R9jA

"Hoy vas a conseguir reírte hasta de ti".

domingo, 11 de diciembre de 2016

REDESCUBRIENDO LA NAVIDAD

Hoy me ha llegado un recuerdo de Facebook de un escrito mío en el muro, de diciembre de 2011. En él criticaba, a mi manera (esa manera mía), la Navidad. Hablaba desde las úlceras estomacales que debían crear las chocolatinas de Adviento expuestas desde octubre, hasta las terribles ganas de romper a palazos los altavoces de los supermercados por los infernales y repetitivos villancicos. Sí, así, literalmente. Me he reído yo sola, porque es cierto que cuando crecí, de repente, odié la Navidad. 



De pequeña, como cualquier niño, la adoraba, era mi época favorita del año junto a Fallas. Me encantaba pasear por los centros comerciales, de la mano de mis padres, viendo los decorados navideños y pasando por la mini puerta del Imaginarium, imaginando, cómo no, que pronto todo lo que había en esas estanterías estaría en mi casa. Pero ni de coña, vamos. Aunque de ilusión también se vivía. 
Luego crecí, y a aquella jovencísima Carol, la Navidad le resultaba aburrida, insulsa, premeditada y enlatada. Era como si estos días tuviese que estar siempre con una sonrisa en la boca, es más, no estos días sólo, sino desde el puto mes de octubre, donde se mezclan las calabazas y los panetones. Siempre me ha puesto terriblemente enferma el márketing navideño y es posible que por ello nunca llegase a ver la esencia real.




Ya no recordaba los kilos de asco que me producía diciembre, pero hoy, al volver a leer eso, lo he rememorado. Sin embargo me he dado cuenta que ya no me sentía identificada, porque ahora cuando entro al supermercado ignoro con total naturalidad todo lo referente a Navidad, siempre que no vaya a comprar. Es simplemente como si no estuviese. Ahora cambio de canal cuando la tele retransmite una de esas malditas películas norteamericanas de nieve y luces en cada hogar. Esos films salidos del averno, los sigo detestando, pa' qué vamos a mentir (no hablo de "Solo en casa", esa me la trago por mis santas narices cada año). 
Ahora los villancicos hasta me motivan y espero con ganas reunirme en Nochebuena alrededor de una mesa que bien podría ser protagonista de "La Grande Bouffe", y entonces pienso en lo afortunada que soy. Espantosa y asquerosamente afortunada. De poder comer lo que quiera hasta reventar rodeada de las personas que más quiero en esta vida. Que sí, que hay ausencias que no se suplen, pero ¿y las presencias que siguen en pie? ¿No será eso más importante y el motivo por el que brindar? Si es que, lo que no enseñe la vida, no lo enseña nada en el mundo.
Ahora sé por qué vuelve a gustarme la Navidad, ahora que he visto lo frágil que es la existencia de cada ser humano, ahora que sé cómo funciona nuestro cuerpo, ahora que entiendo la gran fortuna que es tener lo que tengo. Y yo quejándome, que si comprar, que si fingir, que si reír... ¡Qué narices! ¿Para qué quieres comprar compulsivamente? Hombre, si quieres hacerlo, hazlo, pero no desvíes jamás el verdadero sentido de esta tradición. Los Reyes van a venir igual, porque los Reyes viven dentro de cada uno, se alimentan de lo que un día fuimos; pequeños seres inmersos en nuestra propia burbuja de tranquilidad, paz y amor. Al menos dentro de mí sí. Ahí sale el espíritu de aquella niñita 20 años atrás. Pero de eso ya escribiré más adelante. Ahora toca disfrutar los días venideros, siempre que puedas hacerlo, eso es un tesoro que muy pocas veces sabemos apreciar. Y no hace falta que finjas la sonrisa, ante ciertas situaciones, sale sola.



https://www.youtube.com/watch?v=ihW56Xa3XGQ

¡FELIZ NAVIDAD, PRÓSPERO AÑO Y FELICIDAD!

domingo, 27 de noviembre de 2016

AHOGANDO LA LLUVIA.

Oh, lluvia, ven, descuartízame por dentro hasta el último respiro.
Oh, lluvia, ven, ahógame la vida que el sol no hace mucho me daba de beber.
Oh, lluvia, ven, confiésame que pronto buscarás ilusiones nuevas que te hagan comprender.

Comprender que aquí estorbas, que no es tu sitio entre mis horas.
Comprender que aunque no comprendas, no puedo mantenerte despierta.
Comprender que contigo, no es mi gozo mi amigo.
Comprender que yo a ti lejos, te anhelo y te necesito.

Y es tan frío sentirte, que no te siento de mí.
Es tan larga tu marcha, que corto será el devenir.
Que yo sólo pido el rescate de una estrella amarilla.
Que calor le da a mis días y colores a la vida.

Oh, lluvia, márchate, no es un ruego es una orden.
Oh, lluvia, piérdete, que la luz en gris conviertes.
Oh, lluvia, de mis amores, no me escuches demasiado.
Muy en el fondo de mí, aquí te quiero a mi lado.



Amélie - Comptine d'un autre été

https://www.youtube.com/watch?v=F9yubdhFeWY

"Cuando un dedo señala el cielo, el tonto mira el dedo". 

miércoles, 9 de noviembre de 2016

TRUMP PARA TI, TRUMP PARA MÍ

Toda mi vida he estado observando el mundo desde mi posición, y la verdad, ante mis ojos, ha pasado de todo un poco. En algunas ocasiones he tenido miedo, en otras me he sorprendido siendo valiente y demasiadas veces, me ha resbalado lo que ha sucedido. Bien, pues eso mismo es lo que me ha ocurrido hoy, cuando a las 8.00h. me ha sonado el despertador y me he enterado de quién será el nuevo presidente de los Estados Unidos de América. Me he quedado igual, con la misma cara impasible de recién levantada que cualquier otro día, preguntándome qué desayunaré hoy, mientras me llena la cara de babas amorosas una diminuta perra que vive ajena a esta mierda de sector mundial que ocupamos los humanos. Ella tiene el suyo propio, lleno de huesos para roer y mucho amor. 
La revolución pronto ha llegado a las redes sociales: Twitter arde y mi Facebook ni os cuento. Yo, como no podía ser de otra manera, también he hecho mi aportación matutina en el muro de las lamentaciones, para no desentonar, vaya. 
Y no, no me sorprende en absoluto, es más, me da completamente igual a estas alturas, que intenten desviar las atenciones de todos los países mediante un peluquín oxigenado, millonario y con un problema mental menos grave del que creemos y más común de lo que pensamos. Le han votado, señores, ese hombre está ahí porque le han votado en una democracia que nos tiene a todos algo apardalados, igual que aquí han votado a un presidente cuyo nombre ha salido en el juicio Gürtel y una ministra que recogía sobres de dinero en una habitación de hotel -supuestamente-. 
Ah, no, pero hoy lo importante es señalar a Trump, poner todas nuestras energías en un personaje ¿xenófobo? Me vais a disculpar pero la xenofobia la oigo, la escucho y la siento cada día de mi vida. En la vida diaria, existe el racismo, no vayamos ahora de que aquí nadie nada, porque si el mundo está como está es porque TODOS hemos aportado nuestro granito de mierda. 
Trump también es homófobo, vaya, en un mundo donde ver a dos hombres de la mano o dos mujeres besándose (siempre que no estén "buenas", ya me entendéis), es motivo de giros de cuello y comentarios por lo bajo. Vamos, hombre, que todos lo hemos visto, hecho, vivido u oído. ¿Me lo va a negar alguien ahora? Sería puro cinismo.
Donald (pero no Mcdonald) es machista. Es lo que pide la sociedad, nosotras seguimos viniendo del futuro para comprar lejía y dejar la casa brillante. No hay que mirar más allá del charco para ver que el machismo impera. Más de 40 muertas en lo que va de año antes de que llegara Trump sólo en nuestro país. Así, como dato. 



La escoria está antes de Trump, y esto no es más que el reflejo, como un juego psicológico, como la película La Ola, como una prueba para comprobar que tras un negro viene un blanco de pura raza aria y que siempre va a gustar más. Hay más maldad en el mundo que buenas acciones, pues la maldad (niños muertos en guerras o de hambre, perros mutilados, maltratos de cualquier tipo...) se ve como algo normal, que ya no afecta nuestra sensibilidad, sin embargo cuando alguien rescata una vida del tipo que sea y por buena voluntad, se le llama "héroe" o "ángel" y se cuenta como algo excepcional. Y aquí tenemos la prueba, sí, aquí y no con Trump, sino en nuestro propio país, nuestra tierra firme, esa que pisamos todos los días, donde cogemos autobuses, metros, coches, donde subimos persianas, donde compramos fruta, verdura, periódicos, pan. Esta misma tierra, está degollada, desangrándose, mientras nos echamos las manos a la cabeza y decimos: OH DIOS MÍO, QUÉ LOCOS ESTÁN LOS AMERICANOS, (estadounidenses para concretar, que hay a quien se le olvida esa pequeña puntualización). Siempre es mejor mirar más allá, echar la culpa a otros de que el agua turbia nos llegue al cuello. Hoy ya tenemos un entretenimiento, si el mundo acaba por hundirse del todo, ya sabemos dónde estará el problema, ya tenemos dónde apuntar.

Pero en el fondo, sabemos, pequeños mamones, que todos somos un poquito Donald Trump. Sí, ya sé que tú que estás leyendo esto no, ni yo, ni el vecino de arriba, ni el de abajo, ni el de enfrente. Nadie. El mundo está así por Trump, siempre Trump. 



Hoy viene Coldplay para recordarnos que ¡VIVA LA VIDA! ;)

https://www.youtube.com/watch?v=4VR2T5n6tSE

"I used to rule the world seas would rise when I gave the word".

martes, 18 de octubre de 2016

SU PRIMERA CANA (celebrando un año).

Hoy hace un año que abrí este blog. Un año que ha pasado volando en mi vida y que me convierte en alguien un poquito más mayor y un poquito más sabia. Pero sin pasarse de la raya.
Un año que ha transcurrido intenso, en el que he sentido una notable metamorfosis dentro de mí que ya comenzó a cuajar en 2015. Este blog ha sido mi vía de escape, mi rincón de pensar y mi hobby, o sea, lo que para mí significa escribir. Un modo de vida. Agradecida estoy de poder compartir con todos los que me leen (que cada vez son más) mis pensamientos y opiniones más profundas, esas que salen del alma. Atrás quedan todos esos años en los que mis escritos nunca me atrevía a mostrarlos al mundo por pensar que no era lo suficientemente buena o que simplemente eso era algo mío, íntimo, sin saber que mostrándolo a los demás no violaba mi privacidad en absoluto. Es más, me ayuda a formarme, mediante otras opiniones y eso, creo que dicen, se llama crecer. También es que resulta que ahora soy bastante más pasota o al menos lo intento y eso la hace a una más versátil y capaz.
Hoy simplemente quería celebrar este primer aniversario dando las gracias y contando 61 cositas de mí cotidianas y sencillas para entretener a mis fieles lectores que han estado aquí desde el minuto uno y a los que se han ido incorporando por el camino. Y sí, 61 y no 60, porque como ya escribí en una entrada, yo siempre impar, la vida es muy aburrida en toda su exactitud. 
Mil gracias a todos y tengo en mente ciertos cambios que iré realizando cuando llegue el momento y tenga, sobre todo, tiempo para dedicarle. Espero no tardar en hacerlos, pues ya dicen que renovarse o morir. 
Allá van las 61 cosas de mí:

- Mi tarta favorita es la de limón.
- Adoro el olor de los polvos de talco.
- Siempre duermo de lado.
- Soy rubia natural.
- Me tiño de morena desde septiembre de 2007.
- Me asustan los petardos, pero me encantan.
- Tengo fobia a las ratas, aunque jamás mataría a ninguna.
- Soy muy refranera.
- Mi refrán favorito es: "A todo cerdo le llega su San Martín".
- La música de los Beatles creó un antes y un después en mi existencia.
- Soy extremadamente cabezota.
- No me cuesta pedir perdón. 
- Perdono, pero nunca olvido.
- Mi yogur preferido, el de coco.
- La ciudad más bonita que he visitado, para mi gusto, Bilbao. 
- No puedo vivir sin mar.
- Me deprimen los días cortos de invierno.
- Viviría en un verano perpetuo.
- Las Fallas son mi pasión.
- Me reconozco como una friki de la cultura fallera.
- El rojo es el color más bonito del mundo.
- Mantengo conversaciones conmigo misma. 
- Me encanta la soledad.
- El momento más feliz fue ver a mi perrita Farah por primera vez.
- Soy de las que se enfada cuando pierden al parchís.
- Y también odio perder a las cartas.
- No sé contar chistes. 
- Me encanta la paella.
- Los toros me parecen lo más vomitivo de este país.
- Siempre como con los mismos cubiertos.
- Me pone nerviosa el orden. 
- Los cambios de estación me afectan mucho.
- Soy muy observadora.
- Calo a las personas nada más verlas y no suelo equivocarme.
- Me apasiona el pelo largo.
- Soy una maniática de la ortografía. 
- Me levanto de muy mal humor de las siestas.
- Pienso que lo mejor de la vida, es ir siempre con la verdad por delante.
- La cerveza me pierde.
- Tengo un tono de voz algo elevado.
- Puedo sacar de quicio fácilmente.
- Me sacan de quicio fácilmente.
- Me encanta bailar. 
- Me muerdo las uñas.
- Soy penosa para dibujar, pintar y las manualidades en general. 
- Los números tampoco son mi fuerte.
- Desde que aprendí a leer ya no paré de leerlo todo.
- Lo mismo me ocurrió con la escritura.
- Amo conducir. 
- Una vez una descarga de electricidad me desplazó un metro. 
- Nunca paso por debajo de un andamio. 
- Reunirme con mis amigos es uno de los mayores placeres de mi vida.
- Mi familia es lo más maravilloso que tengo. 
- Cuando veo un insecto, cualquiera que sea, hago un ridículo espantoso.
- Mis películas preferidas son Reservoir Dogs y La Naranja Mecánica.
- Mi canción favorita, Strawberry Fields Forever, de The Beatles.
- Mi sueño es viajar a Liverpool y conocer los rincones que inspiraron sus canciones a los "cuatro fantásticos". 
- Podría alimentarme sólo de queso.
Mi frase favorita es: "Mira bien la talla al cambiar de chaqueta", de Estopa. 
Mis pelis de la infancia, La Bella y La Bestia, Aladdín, Matilda y My Girl.
- Mi frase de pequeña era: "Mamá, quiero ser artista".






Y esto es todo amigos, os he dejado una foto mía para los que no me conozcáis (juas, juas), de la sesión de fotos que me hizo una gran fotógrafa moixentina, llamada Vicky y que coincidió con la apertura del blog, por lo que en más de un ocasión las he utilizado. Y de nuevo gracias, gracias y mil millones de gracias por estar ahí, dar me gusta, compartir, comentar, pero sobre todo leerme. Un beso enorme y a seguir cumpliendo años. 




La canción, este pequeño tesoro, Mi Primera Cana de Estopa, que se note que el viernes estuve en el concierto :). 
https://www.youtube.com/watch?v=PXdNiAciGFY

"Como dijo Jack el Destripador: vamos por partes". 

domingo, 9 de octubre de 2016

SOMOS.

El camino de la vida es un sorprendente descubrimiento diario, un viaje a través de nuestra línea temporal que avanza imparable y en ocasiones, no nos permite parar a observarla. Porque la vida no es un tren con paradas en diferentes estaciones, la vida es la estación en sí y sí, te aseguro que por ella pasan muchos trenes.
No siempre estamos igual, es imposible estarlo, somos seres humanos, pasionales, vividores, capaces de cualquier cosa, de crear, de aniquilar, de hacernos daño a nosotros mismos y eso nos convierte en unas verdaderas armas de destrucción masiva.
La lección número uno, o más bien, la única lección, no sería entender aquello que nos rodea, creo que es un misterio demasiado complejo como para que nuestro cerebro, del que usamos un porcentaje minúsculo, esté capacitado para comprender. La lección número uno tendría que ser aprender, y ahí es donde el motor que nos hace personas, juega un papel fundamental. Somos eternos, porque eterna es nuestra estela, nuestro destello, nuestras luces y nuestras sombras. Eternos como materia transformada en recuerdos, eternos con nuestra historia. Somos aire, somos carne, somos fuertes, somos débiles, somos buenos, somos malos, somos víctimas y verdugos. Somos, y eso es lo único que importa. No lo que fuiste, no lo que serás, sino lo que siempre has sido, lo que nunca dejarás de ser. Un ser. Somos. Y siendo, caminamos, y siendo, continuamos, y siendo, aprendemos. 
Y siendo, vivimos, y viviendo creamos, y creando, construimos y construyendo, vivimos. 


La canción que hoy he decidido poner, es este "Nada de nada" de Cecilia, porque la veo apropiada a la entrada, ya que yo siempre intento asociar la canción al tema del que hablo. Además me gusta muchísimo. 

https://www.youtube.com/watch?v=7R9NxOacfj0

"Soy un camino que no tiene destino".

miércoles, 21 de septiembre de 2016

NOS QUIEREN TONTOS.

Nos machacan, nos exprimen, nos humillan, nos pisotean y sin embargo, nos gusta. Nos gusta estar entretenidos bajo nuestra zona de confort, nos gusta que nos hagan creer que somos libres, nos gusta, porque las cadenas cuesta percibirlas cuando forman parte del propio cuerpo. En este caso, del cerebro. 

Hoy la reválida, ¿mañana? No se sabe. Pero sobre todo, niño/a en proceso de maduración, aprende a engullir en cantidades desorbitadas información a medias en un tiempo limitado, aprende a hacer eso, porque es la única manera que tendrás de obtener un título en tu país. Y no te quedará tiempo para asimilar o digerir sin empacharte todo eso que tienes que escupir como un robot en un examen al que juegas a ganar. Lo que quiere decir, que no tendrás tiempo para pensar. Y si no consigues adaptarte a memorizar sin entender mejor se lo pones a los de arriba. Porque nuestros gobernantes no consideran necesario analizar los contenidos de los estudios, no consideran acertado perder el tiempo en cosas como Filosofía o explayarse en asignaturas como Historia, porque eso no resulta interesante. Si te enseñaran a ser persona desde pequeño o adolescente, si te enseñaran a crecer siendo un ser con cierto criterio y no un invento fabricado al antojo de aquellos que nos quieren tontos, entonces dejaríamos de ser necesarios. Necesarios para el bienestar del resto de Europa. Nos quieren tontos. Tontos para trabajar 12 horas diarias en un bar sirviendo cervezas al turismo alemán; tontos para ser las niñeras/criadas de los noruegos o los ingleses (hablo en femenino porque son mayoritariamente mujeres); tontos para no hablar, para conformarnos, para mirar como un extraño al diferente en pensamiento. 
Nombré anteriormente en un entrada, la película Fahrenheit 451 (1966), inspirada en la novel, y que refleja la sociedad actual española, al menos desde mi punto de vista. Personas que no pueden leer porque el estado no les permite leer, y son los bomberos los encargados de quemar todos los libros que tenga la ciudadanía en sus casas y no pasa absolutamente nada, enfrascados en sus pantallas de plasma donde se repite, como un infierno judío, el mismo formato de programa, ese que atrapa, entretiene y una vez más, impide pensar, desarrollar tu don, destacar. 
Aquella España de los 90/2000, aquella España que podía permitirse sus caprichos, aquella España que se reía de los emigrantes, que hablaba, que comentaba, que rumoreaba acerca de los trabajos que ellos querían quitarnos, aquella España que culpaba al que venía a buscarse la vida y eran contratados en esos míseros trabajos que hoy, también ocupamos nosotros. Y no sólo aquí, sino también fuera de nuestro sol a intentar encontrar lo que aquí ya nadie nos da. Y eso han hecho nuestros gobiernos, eso han conseguido delante de toda Europa, convertirnos en un país pobre al cual demandan fuera para necesidades de ricos. Ricos sí, porque lamentablemente una familia de clase media, con los dos padres trabajando, que necesitan y pueden permitirse una persona que cuide de sus hijos y les ayude en las tareas del hogar, aquí se considera rica. Ese es el concepto de rico que tenemos en España, cobrar por lo que corresponde a tu trabajo y además trabajar en edad de hacerlo. Aquí si estás en esa situación se dice que eres muy afortunado. Nos quieren tontos, por eso siempre arremeten contra nuestro punto débil: la educación. Por eso no nos quieren dejar pensar. Por eso con sutileza y cuentagotas van dejando caer entre las páginas de los libros, el elixir del sueño eterno a un pueblo dormido. Que no lee. Que vive en el mundo Fahrenheit 451, a esa temperatura a la que arde el papel. El que podría salvarnos.


Nos machacan, nos exprimen, nos humillan, nos pisotean y sin embargo, nos gusta.







Hoy un temazo que me encanta. 

I Am What I Am - Gloria Gaynor 

https://www.youtube.com/watch?v=mEVKkIWbPrY

"I am what I am and what i am needs no excuses
I deal my own deck  sometimes the ace, sometimes the deuces.
It's one life and there's no return and no deposit".

domingo, 11 de septiembre de 2016

DONDE LA HUMANIDAD DEJÓ DE SERLO.

Donde lo intangible se reencarna en un trozo de papel.
Donde toma forma la cobardía del hombre.
La codicia.
Donde la ambición no se limita.
Donde se masca la riqueza.
Donde se oculta la miseria.
Donde se derrama la sangre del inocente.
Del niño jugando en su parque.
Donde nadie pone frenos.
Donde nos cegamos sin vino.
Metalurgia electrocutada.
Donde muere la cordura.
Donde sobrevive la locura.
Donde somos esclavos.
Víctimas.
Culpables.
Donde una rosa no vale.
Donde un misil tiene vida.
Robada.
Arrancada.
Donde los escrúpulos huyeron.
Y con ellos la vergüenza.

Así es mi mundo. El tuyo. El suyo. El nuestro. El vuestro. El de ellos.
Basura.





Más es más - Fangoria.


"Y si cuentas, cuenta por millones, nadie duda de que más es más. Bacanal de falsificaciones en el reino de lo artificial".

lunes, 22 de agosto de 2016

LAS OLIMPIADAS Y YO CON ESTOS PELOS

http://www.levante-emv.com/olimpiadas/2016/08/22/mujeres-mandan-nuevo/1458318.html

Con este maravilloso titular que os adjunto aquí arriba, se me ha hinchado ya la vena por completo hoy, tras la fiebre de los JJOO, hasta el punto que, aunque se ha pronunciado mucha gente al respecto, o escribía mi propia entrada o reventaba. 
"Las mujeres mandan de nuevo", así reza hoy una de las noticias del periódico Levante. Sé que a simple vista no parece nada especial y menos tras las barbaridades que hemos tenido que aguantar en el mundo deportivo estas Olimpiadas, pero a veces me parecen más peligrosos estos mensajes subliminales que los que dejan ver con total claridad que hay un gran machista detrás de ellos. Porque estos titulares llevan a la confusión, es decir, hay quien piensa que es una frase "hembrista", pues del género masculino nunca se dicen cosas como "los hombres mandan de nuevo". No, claro que no. Porque ellos siempre mandan, no pueden mandar de nuevo, porque forman parte de todos los sectores como algo impuesto, lo masculino es lo normal. En cambio nosotras tenemos que hacernos valer con constancia y mucho trabajo, mental y físico - en todos los ámbitos de la vida - y entonces, después del sacrificio, se nos nombra excepcionalmente, como queriendo decir, "mandan ellas, que es más difícil de conseguir". Al menos así es como yo interpreto este tipo de periodismo, que es posible que sea algo tan tolerado por la sociedad, que no lo apreciamos y no esté escrito a propósito, pero está y hay que saber verlo. Comenzar a separar hasta en unos juegos como estos que albergan todo tipo de sexos, razas y deportes, en periódicos y televisiones que es lo que nos mantiene informados, sólo tiene como propósito avivar una desigualdad tremenda. Creo que no debería ser noticia más relevante que otra que el hecho de que las féminas de España sean unas grandes profesionales, al igual que los hombres, pero aun así, la primera frase de la noticia es y cito textualmente: "Las deportistas españolas, como ya hicieron en Londres 2012, consiguen más medallas que los hombres". Ah, vale ¿y? ¿Por qué narices esto es algo a destacar? ¿No podemos conseguirlas? ¿Se tiene que ver como algo sorprendente o como un aviso a los hombres para que espabilen? 
Pero no, esto no es lo único que he alcanzado a ver en menos de 12 horas. Anoche, viendo en Youtube un vídeo del oro conseguido por Ruth Beitia (https://www.youtube.com/watch?v=QlCz6FrWn2s), decían lo siguiente: "ESTO ES UNA TÍA QUE LOS TIENE BIEN PUESTOS
Me quedé muda. Porque sí, es cierto que es una frase hecha y que TODOS hemos usado alguna vez para referirnos tanto a hombre como mujer, pero por favor, cuando se supone que tienes unos estudios no sólo deportivos, sino preparativos para la comunicación y estás en un medio público retransmitiendo la gran recompensa por el enorme trabajo que ha realizado una persona para llegar a ser la mejor en su disciplina, debes cuidar las formas, no se puede usar un vocabulario tan coloquial  y, en cierto modo, despreciativo hacia una mujer, porque lo siento, pero no tiene testículos. Me pareció vulgar y fuera de tono, como tantas otras cosas que este tiempo desde que empezaron las Olimpiadas hemos tenido que soportar las mujeres (que si menudo cuerpazo tiene la de Voley, que si a la nadadora china le ha bajado la regla...) y sí, hablo también en primera persona, porque aunque yo no he estado compitiendo en Río de Janeiro (más me gustaría a mí), como mujer que soy me he sentido ofendida y defraudada, porque no creo que seamos más que nadie, pero tampoco menos. Y creo que Mireia, Maialen, Ruth, Carolina, Alejandra, Artemi, Laura Quevedo, Sandra, Lourdes, Elena, Eva, Astou, Silvia, Laura Gil, Leticia, Leonor, Alba, Anna, Marta, Laia, Lucila, Laura Nicholls y Lidia, han demostrado con creces que son increíbles, al igual que lo hombres que nos han representado, que TODOS son atletas que merecen reconocimiento por la cantidad de vida que dedican para ser lo que son y estar donde están. Que nadie les ha regalado la medalla por "tenerlos bien puestos", sino por lo mismo que cualquier otro, por su constancia y valor.
Es molesto, lo sé, es molesto que cada vez nos guste más a las mujeres ir con chándal, hacer deporte, estar sanas y fuertes y dejarnos los tacones en la tienda donde nos los probamos. Es molesto que nosotras asomemos algo más que la patita, en ámbitos donde los hombres siempre han tenido su monopolio. Es molesto que decidamos ser lo que queramos, que nos impongamos, que (como escribí en su día), decidamos jugar tanto a las Barbies como al Action Man y que cada vez se vea más normal. Es molesto que nosotras también hagamos y deshagamos, que nos guste competir, que rompamos corazones y no sólo lloremos por los rincones, que tengamos sed de éxistos y sueños. Es molesto para un sector de la población, sobre todo para aquellos que tienen poder, y que como se puede ver, queda en manifiesto en los tan violados y maltratados medios de comunicación. Así es como funciona la vida, así es como queda patente. Espero que sean capaces de verlo y que, sin descuidar otros problemas como hay, también pongamos entre todos de nuestra parte para que en Tokio 2020, no seamos una noticia a parte. 




Hoy traigo una canción muy fresca, de Christina y los Subterráneos. Esta mujer, Christina Rosenvinge me gusta muchísimo, no me considero su fan, pero sí la admiro bastante. La canción es Ni Una Maldita Florecita. Disfrutadla.


"El día que yo fui feliz 
nadie tocaba el violín, 
ni una maldita florecita 
ni arco iris sobre mí".








martes, 9 de agosto de 2016

ASMR O MIL MANERAS DE INVOCAR A MORFEO.

Hoy quiero dedicar mi entrada a un gran descubrimiento que llegó a mi vida de casualidad por diciembre más o menos, cuando recuerdo que por circunstancias me costaba conciliar el sueño y del que ahora ya no puedo prescindir. 

Siempre me ha relajado mucho escuchar a alguien susurrar, cuando veía una película en la que bajaban el volumen de la voz, me producía un cosquilleo en la cabeza que me adormecía placenteramente, así que una de esas noches en las que Morfeo se olvidaba de visitarme, decidí buscar en Youtube algún vídeo de susurros para ayudarme a dormir. Y de repente, aterrizó en mí el ASMR (las siglas en inglés de Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma), que no es ni más ni menos, que todos esos hechos cotidianos que nos hacen sentirnos bien, relajarnos y "bajar la guardia" de la receptividad hacia todo, excepto eso que tanto bien nos hace en ese instante. Por poner algún ejemplo: ver a alguien pasar las páginas de un libro o el sonido de las uñas al golpear suavemente una superficie (esto último en el ASMR es conocido como "tapping"). 
Desde diciembre hasta ahora he visto infinidad de vídeos de diferentes canales, pero cuando conocí a Susurros del Surr, todo lo demás quedó pequeño. Esta chica es una persona que trabaja con constancia sus vídeos, con una gran variedad de recursos y un don especial para crear paz a quien se coloca cada noche los auriculares y se deja llevar. En su canal podéis encontrar diferentes maneras de darle forma al ASMR, desde sonidos con agua, pastillas efervescentes, voz baja, susurros (como su nombre bien indica), tapping y experimentos que la hacen innovadora y sin duda, para mí y mucha gente más, la mejor en su terreno.
No soy una persona con insomnio, ni he necesitado jamás pastillas para dormir, pero puedo decir que el ASMR y más concretamente el canal Susurros del Surr me ha creado una adicción, tanto es así que incluso cuando no duermo en casa llevo mis auriculares conmigo para no quedarme ni una noche sin mi vídeo, llegue a la hora que llegue o en las circunstancias que esté, con quien esté o donde esté. Nunca sin mi vídeo. 

No os puedo decir mucho más, sólo que si estáis interesados o curiosos, investiguéis y seguro que no os defrauda. Si alguna noche no conseguís entrar en fase REM, es posible que de este modo lo logréis, pero como digo, crea adicción, aunque creo que sin duda es una de las más sanas que se pueden tener. ¡Larga vida al ASMR!

Y aquí os dejo un enlace para que comprobéis de primera mano lo genial que es este mundo, que si bien es cierto al principio me parecía siniestro y singular, pronto lo comprendí y ahora forma parte de mí, mientras hago propaganda de ello en todas partes. 
Aquí, Susurros del Surr os explica con total claridad qué es el ASMR y todas las variantes que tiene. 
A disfrutarlo y muchas gracias Surr por este gran trabajo. 

https://www.youtube.com/watch?v=kCXlu7RZcdk




Y cómo no, hoy también toca canción, y creo que para acompañar esta entrada, nada mejor que una tranquila. Sean Lennon (sí, el hijo de John), nos canta Parachute. Temazo.

https://www.youtube.com/watch?v=Zpkz6vitDzU

"In the clouds for days". 

miércoles, 27 de julio de 2016

INTROSPECCIÓN 2.0

He llorado mucho, no sé si más que cualquier otro, pero sé en primera persona que son muchas las lágrimas que he derramado a cualquier hora, en cualquier circunstancia, por diferentes motivos, en días que recuerdo y que he olvidado...
También he reído mucho, muchísimo, en ocasiones hasta dolerme la barriga, hasta casi ahogarme en una piscina de olas o hasta desencajarme la mandíbula. Me acuerdo una vez, hace algunos años, que fue tal el ataque de risa, que caí de la silla hacia atrás y me di un buen golpe en la espalda y aun así seguí riendo, no podía parar. Me hice daño pero juro que lo recuerdo valiendo la pena.
He callado muchas cosas que pensaba que podía callar, he aguantado, en ocasiones, por encima de mis posibilidades, he tanteado terrenos en silencio para ver si podía hablar y esas veces, aunque costase, he callado. A veces por miedo, a veces por un simple favor, a veces por desgana o desazón...
He soportado personas que me han carcomido interiormente, he tenido que escuchar cosas realmente intolerables, y tolerar miradas, frases o gestos que estaban fuera de los límites que marco.
He creído que estaba loca por el mero hecho de darme cuenta que nadie me comprendía. Me ha resultado, tantísimas veces, imposible expresar el dolor que podía sentir en ese instante porque sabía que ningún ser humano del mundo lograría sentirlo. 

Y al final, cuando ya quedan tan lejos mis primeros pasos, mis primeros juguetes, mi primer corte de pelo, mi primera borrachera o el primer cigarro que encendí. Cuando queda tan lejos el verano que aprendí a nadar o el que aprendí a bailar. Cuando miras al horizonte de la lejanía a las puertas del cuarto de siglo, sabes que has hecho una buena elección en tu camino. Sabes que ahora, con la serenidad que ofrece el ir construyendo tu vida a tu manera (aunque llena de incertidumbre como la de cualquier joven), ves con otros ojos la que eras hace 20, 15, 10 o 5 años atrás. Sabes que has ido perfeccionando tu mundo y sobre todo perfeccionándote tú. Pues si uno no pule sus defectos, no puede distinguir qué es lo que quiere o necesita para uno mismo. Al final el círculo se reduce y quedan los mejores, los que encajan y los que están por llegar.
De nada vale callar, aguantar o soportar. De nada vale llorar si no es para crecer, para sanar, para avanzar. Y siempre se logra, siempre se mira hacia adelante, nunca se deja de aprender; las lecciones quedan patentes con cada instante, todo está atado y conectado, la vida es un circuito perfecto. 
Lo que se fue ya no vuelve a ser o no vuelve a ser como fue. Esa es la única filosofía cierta de la vida, la que arrastra nuestro pasado, la que consta en nuestro presente y la que marca un futuro que realmente no existe. Pisa con fuerza el suelo que te sostiene y camina. Cada paso te acerca a tus metas, cada segundo te aleja de tus disgustos. 
He aprendido, o mejor dicho, he comprendido, que todo se va y vale la pena pedir perdón y vale la pena luchar por quien quieres, y vale la pena dejar ir y vale la pena pensar y decidir. Nos preocupan, diariamente, tonterías que nunca tendrán tanta importancia fuera de los márgenes de nuestra imaginación, tan inmensamente absurda la mayoría de ocasiones. Enfréntate a tus fantasmas, míralos a la cara y lucha contra ellos, no con ellos. No les hagas el camino fácil, son pequeños, muy pequeños.
Al final, lo que queda, es la propia existencia que se encargará de borrar tu muerte, pero que nunca muera tu recuerdo de la existencia de quien amaste. 

Eso sólo depende de ti.






Hoy, una de mis joyas favoritas, una canción que me gusta muchísimo y con la que me siento bastante identificada, desde el propio título: Drama Queen de Green  Day.

https://www.youtube.com/watch?v=yAKGwfQarTE

"Everyone's drama queen is old enough to bleed now". 

sábado, 16 de julio de 2016

AIRE

Un gran amasijo de hierros enlazados entre sí gobernaba su cabeza. Su estómago, en ese momento, no era mucho más que el enredo al que su cerebro estaba siendo sometido. Tenía miedo, y estaba segura de haber conocido esa sensación en otras ocasiones, pero en todas y cada una de ellas, era impactante y desagradable, como esas cosas que a deshora nos desvelan los sueños. Sentía presión, una presión golpeando fuertemente su nuca, un sudor frío recorriendo hasta el último rincón oculto y desamparado de su cuerpo, hasta ese, por ejemplo, dedo pequeño del pie del que sólo oía hablar cuando se daba un golpe. "Ojalá estuviera ahí, golpeándome con cualquier mueble, de mi ahora tan añorado hogar, eso significaría muchas cosas, pero sobre todo que estaría pisando terreno seguro", pensaba ella entre sollozos que retumbaban en la desierta noche, como aullidos de loba atrapada en una trampa mortal. 
La tensión también se había apoderado de su cabello tizón y experimentaba a su vez un desaliento propio de a quien el pánico tiene secuestrado. La ansiedad vagaba a sus anchas por unas células que en otro momento se habían sentido tranquilas. Neuronas amordazadas por una histeria detonada. No era el fin, o al menos eso se intentaba ella repetir. 


Podría ser el comienzo de un libro. 

Continuará...




Aire - Mecano 

"Este cuarto es muy pequeño, para las cosas que sueño". 

viernes, 1 de julio de 2016

IMPACTO

El último capítulo del libro que terminé hace unos días, decía algo así como que a las personas nos gusta ayudar a los demás para hacer crecer nuestro ego, es decir, siempre nos volcamos en facilitar nuestra mano a aquellos que consideramos están por debajo de nuestros privilegios o de nuestra propia vida. No eran estas las palabras textuales, pero sí el mensaje. 
Lo cierto es que nunca me había planteado el auxilio al resto de esa forma. Siempre me ha gustado prestar mis manos a aquellos que me las pidan, pero nunca imaginé que con ello, bien es cierto, uno se retroalimenta y como consecuencia se crea un bloqueo emocional en ambas partes, el auxiliado y el auxiliador. 
Necesitamos sentir la bendición constante del mundo, necesitamos que los demás sepan lo buenos que somos con obras caritativas a costa de una vida, bien sea humana u otro tipo de animal. Es una necesidad del ser humano, aunque no nos lo planteemos a menudo: nadie se considera mala persona. 
Nos apresuramos a borrar las manchas de nuestro pasaje con buenos intentos de caridad, pero realmente, a nivel global y no individual, ¿lo hacemos por los demás o por nosotros mismos? Siempre que hablan personas que pertenecen a un voluntariado, cualquiera que sea, los oiréis decir que es una satisfacción enorme, que a nivel personal no tiene comparación, que te llena y bla, bla, bla. Ahí está la clave de todo lo que hacemos: la satisfacción personal, incluso cuando es a otro al que debería satisfacer tu trabajo. Pero el ser humano es egoísta desde su nacimiento, el egoísmo forma parte de nuestro modo de vida y ya no por la sociedad en la que vivimos (que lo engrandece hasta límites insospechados), sino desde que la humanidad se creó. Por eso se descubrió que los animales eran comestibles, por ejemplo, ¿no? Y por eso a día de hoy seguimos anclados a un gobierno corrupto, por ejemplo, ¿no?
La empatía es una palabra que escuchamos muchas veces, pero de la que carecemos todos, aunque cabe decir que hay quien la domina mejor que otros y aunque el humano es patológicamente egoísta desde tiempos ancestrales, es posible que en la actualidad aún lo sea más. 
Es el punto común que nos une en masa y cuando eso se lleva a las urnas, a una democracia que lamentablemente da resultados nefastos, el pueblo se enfrenta y se disipan como moléculas de polvo y por completo, las ganas de ayudar al otro, y ahí es cuando realmente sale el verdadero carácter humano, el de "cooperar hasta que a mí me haga falta". 
No somos más que seres ignorantes creyéndonos con total posesión de la verdad, pensando que tenemos valores por votar con más fuerza que nunca. Y no es cuestión de ideología, como no me canso de repetir, sino de dignidad. El pobre votando al rico, para que así siempre haya desfavorecidos y podamos ser voluntarios de nuestro propio ego, ayudando mientras endiosamos nuestro "yo interior", hablando de fuerza vulnerando al fuerte. Este es el camino que le vamos a dejar a nuestros hijos. 
Nadie tiene la culpa, y todos la tenemos. 

Una de mis fotografías favoritas: "El impacto de un libro". 




Canciones que hablan por sí solas: Pink Floyd - Another Brick In The Wall 


"All in all it's just another brick in the wall".

viernes, 24 de junio de 2016

ODA A MI FAMILIA

No me gustan los hospitales. Es posible que no sea la única, aunque hay personas que por vocación, aman o anhelan trabajar en uno, pero raro es el ser humano al que le gusten estos edificios con ventanales que de noche tienen todas sus luces encendidas, ofreciendo una panorámica exterior de vida, que en muchos casos, tras esos muros, penden algunas de un hilo.
En realidad mi aberración por los hospitales va más allá. Me producen recuerdos intensos, con dunas, sin dudas, muy ciertos; recuerdos de una infancia donde los pisé más de lo que a cualquier niño le gustaría estar, recuerdos de goteros, de esparadrapos que al quitarlos dolían, de estancias oscuras, frías, de más niños a mi alrededor. Y recuerdos de la cálida compañía de mi madre, de la siempre incondicional presencia de mi padre, de ellos, siempre fieles a mi lado, cuando era una niña de 5 años y cuando hace apenas un año, una complicación respiratoria me tuvo varios días postrada en una cama, entre revistas del corazón y desquicio comprensible. 
Durante estos años, no podría enumerar las veces que he estado en un hospital, aunque por suerte para mi persona, cuando crecí, fui más veces por los demás que por mí. Recuerdo el verano de 2002, cuando mi madre estuvo realmente enferma y el hospital era su segunda casa, o aquel marzo de 2010 cuando fue intervenida quirúrgicamente por un cáncer de pecho. No podría olvidar cómo nos abrazamos mis hermanos y yo cuando nos dijeron que todo había salido bien, y los nervios previos, mordiéndonos las uñas, matando el tiempo, viendo pasar las horas. Luego vinieron muchas visitas más al hospital y todas con noticias realmente buenas, siempre todo parece terminar con un bonito final feliz. 
Hoy necesitaba desahogarme, y qué mejor que mi blog, mi vía de escape, porque en esta maravillosa y algo calurosa noche de San Juan, con su preciosa luna anaranjada y gigantesca observando con envidia lo que acontece en cada playa de aquí abajo, hoy, en este día que yo tantas veces celebré hace años con mi botella de tequila, la he pasado en el hospital con mi padre. No entraré en detalles, pues al final ha resultado ser algo mucho menos grave de lo que en un principio pensábamos y está perfectamente, pero él, mi valiente padre, el motor de esta familia, el que jamás se queja, quien nos ha enseñado el 50% de las cosas que sabemos... a él, por primera vez en toda mi existencia, lo he visto vulnerable, frágil, intentando hacerse el fuerte, pero sabiendo que necesitaba la presencia de los que más quiere. Como en su día, por ejemplo yo, también necesité la suya y la tuve, tantas veces como hizo falta. Sin lamento alguno. Firme, serio y preocupado, así como es él. Hoy las tornas habían cambiado y siempre pienso que las cosas tienen un "por qué" y el por qué de esto era para demostrarle a mi padre, que nunca estará solo (aunque eso ya lo sabía), que lo queremos con locura y que él nos ha enseñado a ser fieles, a ser fuertes y sobre todo a ser valientes. Y en esta vida se puede con todo, no me cabe ningún tipo de duda al respecto. Es más, la propia vida se encarga de hacerte dura, de curtir tu alma, de endurecer la mente y sacar pecho a todo lo que acontezca.
Amo a mi familia, y tras unos días de incertidumbre, esta noche estoy contenta y puedo decir orgullosa que es la mejor noche de San Juan que recuerdo, aunque odie los hospitales, resultando estos tan familiares para mí. 

PD. Hoy pensaba hacer una entrada sobre un libro que acabo de terminarme y que me ha hecho reflexionar bastante, pero lo cierto es que estos días no he tenido mucho tiempo, ni inspiración, así que en cuanto lo tenga en mente todo ordenado, verá la luz la nueva entrada. 


The Cranberries - Ode To My Family

https://www.youtube.com/watch?v=Zz-DJr1Qs54

"Unhappiness, where's when I was young
And we didn't give a damn
'Cause we were raised
To see life as fun and take it if we can".